Estos tiempos que nos ha tocado vivir son momentos de grandes cambios, de grandes transformaciones en la mayoría de aspectos de nuestras vidas. Estos cambios están tocando profundamente a las organizaciones, a los departamentos de Recursos Humanos y, por supuesto, a la gestión del talento.
Hay diferentes factores que están influyendo y que nos tienen que hacer reflexionar sobre las políticas de gestión y desarrollo del talento.
- Por supuesto, la economía. La mayoría de organizaciones están preocupadas por su supervivencia, por las fusiones, por abrirse a nuevos mercados.
- Internet y la tecnología tienen una gran influencia en la vida cotidiana de las personas y en los procesos de las organizaciones. Nos informamos, aprendemos, nos relacionamos, nos comunicamos y consumimos de forma diferente.
- La diversidad, no solo multicultural, sino también generacional, que muestra diferentes valores, aspiraciones y expectativas en relación con el trabajo y la vida personal.
- La incertidumbre en las organizaciones y, por supuesto, en los trabajadores.
- Más y mas globalización, nuevos mercados, nuevos productos, nuevas capacidades.
Para trabajar en este entorno y con estos retos, los responsables de la gestión del talento tienen que fijar sus prioridades en:
- Saber leer, más que nunca, el momento de la organización: cuáles son sus prioridades y por dónde pasa su estrategia, y a partir de aquí cómo pueden ponerse a su servicio.
- Ayudar a trabajar las capacidades vitales que marcarán la diferencia, como son la innovación, la gestión del cambio y la proactividad.
- Incorporar a las organizaciones las competencias digitales necesarias para adaptar los procesos internos y externos.
- Acompañar a los directivos en su proceso de adaptación a nuevos paradigmas y en su función de “bisagra” entre la organización y los profesionales.
- Innovar, pensar en nuevas soluciones, más rápidas, más “just in time” y, por supuesto, más económicas.