Por cuarto año consecutivo, la Nit de la Eficiència Energètica, encuentro impulsado por el Clúster Eficiència Energètica de Catalunya y en el que IL3-UB participó como colaborador, ratificó el potencial de crecimiento que sigue existiendo para la mejora de los niveles de consumo energético del tejido productivo local.
Tanto empresas como instituciones públicas están decididas a evolucionar hacia un modelo más sostenible. Albert Mitjà, presidente del Clúster, aportó algunos datos que confirman está tendencia. En 2015, por primera vez, 195 países se han puesto de acuerdo en París 2015/COP 21 para reducir emisiones y consumo. Además, a nivel nacional, han entrado en vigor el RD de Auditoría de Eficiencia Energética y el RD de Autoconsumo. Y para Cataluña, el Pacto Nacional para la Transición Energética, plantea un nuevo marco para la mejora en el ámbito autonómico.
Albert Mitjà, Presidente del Clúster Eficiència Energètica de Catalunya
En la práctica, todas estas iniciativas institucionales se traducen, tal y como detalló Mitjà, en oportunidades concretas para las empresas y los profesionales especializados en la gestión energética inteligente que puedan aportar soluciones innovadoras en cuatro ámbitos:
- Movilidad sostenible
- Eficiencia energética edificios
- Mejora eficiencia en polígonos industriales, aparcamientos y grandes superficies
- Medidas para sectores específicos como el vitivinícola, el hotelero o el educativo
El Secretari General d’Empresa y Coneixement de la Generaltat de Catalunya, Xavier Gibert i Espier, recordó que está demostrado que la industria es impulsora nata de crecimiento económico: “Apostar por su competitividad en un entorno global no es una opción sino una necesidad”. Y para ello Gibert mencionó los que considera los tres pilares básicos de la competitividad: la formación de los profesionales, la vocación de innovación y transferencia tecnológica para la mejora de los procesos, y la reducción de costes teniendo en cuenta que el componente energético es donde mayor margen de mejora existe actualmente.
La mirada innovadora desde IL3-UB
Casi como una respuesta inmediata a las reflexiones de Xavier Gibert, los Premios al Mejor Proyecto de Eficiencia Energética, demostraron que la formación ejecutiva en energía es una sólida cantera de propuestas innovadoras para hacer realidad la promesa de competitividad.
Dos proyectos de alumnos de Máster en Eficiencia Energética y Sostenibilidad de IL3-UB fueron escogidos como finalistas y presentaron sus propuestas durante La Nit. Ambos proyectos, que contemplaron trabajo de campo real tutorizado por los expertos del programa, aportaron soluciones realistas y efectivas para una mejora del consumo en grandes instalaciones.
El ‘Proyecto Rehabilitación Energética Hospital de Vic’ de Ot Anglada, Joaquim Canalies y Yasmira Feliu proponía un plan de mejora para los 7,23 GWh de consumo en 2014 de este centro sanitario catalán, lo que representa un gasto de 650.000 euros anuales. Tras el análisis de unas instalaciones energéticas complejas y antiguas –3 calderas de gas de más de 30 años, un grupo de bombeo de grandes dimensiones, 2 refrigeradores secundarios de 25 años de antigüedad, climatizadores..– se propuso la implementación de una caldera de biomasa, que aporta un ahorro de 87,8 MWh/año; climatizadores con circulación de aire, alrededor de 123 MWh/año menos en consumo, y motores de alta eficiencia, que evitan que se gaste otros 3MWh/año. Así, con una inversión de 350.000 euros y contratos tipo ESE se alcanzaría un ahorro de casi un 25% de la factura.
El alumno Joaquim Canalies del IL3-UB presentando el Proyecto Rehabilitación Energética Hospital de Vic
El ‘Estudio energético en la planta industrial de KAO Corporation de Mollet del Vallès’, ejecutado por Enrique Herranz, Xavi Domingo, Jordi Ferrer, Arturo Marín y Carlos Chacón, fue el segundo proyecto finalista. Con una producción de 45.200 tn. de diferentes productos químicos, Kao Corporation tiene un consumo de 160.000 MWh/año, el equivalente a unas 19 mil viviendas, lo que se traduce en una factura energética anual de más de 6 millones de euros. Algunas de las medidas propuestas por el equipo fueron la sustitución de los transformadores eléctricos, –un ahorro de 410 MWh/año, unos 38.000 euros, con un payback de 4 meses–, o la calorifugación de una tubería de 60 metros de longitud y la modificación de las bombas del circuito de alimentación de agua caliente de las calderas –un ahorro de 305 MWh/año, 9.000 euros, y un retorno de la inversión en apenas dos meses y medio–. “La industria en Catalunya tiene mucho potencial de ahorro energético con tiempos de payback muy atractivos”, explicaron durante la presentación de la iniciativa. “Es necesario una colaboración más estrecha entre el sector productivo e instituciones educativas como IL3-UB para que a través de proyectos como los que presentamos hoy se descubra todo el potencial de mejora existente en nuestras plantas”.
