Emilie Rivas
Emilie Rivas. Conferenciante de la sesión de inauguración de la 12ª edición del Máster en Prevención y Tratamiento de la Violencia Familiar.

Técnica de sensibilización y políticas de infancia en Save The Children

La violencia infantil: todo lo que no es prevención es llegar tarde

17 noviembre 2017

De acuerdo al doctor Antonio Andrés Pueyo, director del máster en Psicología Forense y Criminal del IL3-UB, estamos en uno de los momentos menos violento de la historia de la humanidad. Pese a ello, la violencia sigue siendo una lacra habitual en la sociedad contemporánea y afecta de forma muy persistente a diferentes colectivos sociales: las mujeres, las personas mayores y los niños.

Cuando se trata de la violencia ejercida contra los más pequeños, Emilie Rivas, responsable de políticas de infancia y sensibilización en Save The Children en Catalunya, lo tiene muy claro: “Todo lo que no es prevención es llegar tarde”.

El contexto actual arroja cifras impactantes

Se calcula que 150 millones de niñas y 73 millones de niños han tenido relaciones sexuales forzadas u otra forma de violencia sexual. Se estima que más del 80% de los niños en el mundo ha sido víctima de castigos fiscos o humillaciones, un tercio de los cuales producen lesiones graves. Cerca de 3 millones de niños sufren mutilación genital en África. La Oficina de ONU contra la Droga y el Delito indica que una de cada tres víctimas de trata conocida es menor de edad, y hay más de 300.00 niños soldado en el mundo cada año.

La violencia contra la infancia se define como toda forma de prejuicio o abuso físico o mental, abandono, trato negligente, maltrato o explotación, incluyendo el abuso sexual. Esta violencia se puede generar tanto por acción como por omisión, y puede producirse por adultos o por iguales ya sea en el hogar, la escuela, la comunidad o incluso en instituciones, medios de comunicación y nuevas tecnologías. Los niños y niñas, por tanto, pueden sufrir violencia tanto física como psicológica en múltiples formas y conforman una parte de la sociedad muy desprotegida.

Sólo en Catalunya, según los casos denunciados, ha habido en 2016 hasta 946 casos de maltrato en el hogar, 713 de de abusos y 254 agresiones sexuales a menores. Un 8,8% ha sufrido acoso en los pasados meses y el 6,8% se considera víctima de ciberacoso. 7 de cada 10 ha recibido insultos ya sea online o físicamente, el 34,5% ha sufrido golpes y el 8,4% de ellos han sido frecuentes.

También fueron denunciados 14 casos de mutilación genital y se constató que una de cada dos víctimas de agresiones y abusos sexuales es un niño o niña. Entre 2011 y 2015 el número de niñas víctimas de violencia de género aumentó un 24,6%. Detrás de estas cifras hay niños y niñas con nombres, con historias propias, que ven su vida truncada.

Emilie Rivas

Emilie Rivas junto a José Manuel Alonso Varea, Director del Máster en Prevención y Tratamiento de la Violencia Familiar.

El olvido institucional

Los Estados tiene la obligación de garantizar los derechos de los niños, al igual que los padres y los ciudadanos. Por ello, cada estado debe adoptar las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de violencia.

Uno de los mayores problemas que padece la lucha contra la violencia infantil en España y Catalunya, no obstante, es  la invisibilidad a la que se ve abocada por diferentes motivos. Por un lado, hay una aceptación tácita de ciertos tipos de violencia por parte de la sociedad. Por otro, existe una enorme dificultad para recoger datos de las víctimas reales.

Sólo es posible conseguir cifras totales en base a los casos denunciados, pero se estima que sólo llegan a los juzgados un pequeño porcentaje de los casos reales. Un niño que ha sufrido violencia tiene muy difícil denunciar su trato. Primero, porque la violencia muchas veces la ejerce una persona que teóricamente debe cuidarle y que supervisa cualquier movimiento que pueda hacer, y segundo porque el sistema no está preparado para proteger al menor.

En los casos de abuso sexual, por ejemplo, 7 de cada 10 procesos judiciales iniciados no acaban con juicio oral y la prueba preconstituida sólo se utiliza en el 33,3% de los casos. Esta situación se produce por una cadena secuencial de errores.

Con este contexto presente, los objetivos de Save the Children en España y Catalunya pasan sobre todo por incidir sobre las políticas legislativas para recordar la obligación de proteger a los niños y la movilización de la sociedad para concienciar sobre la necesidad de rechazar todo tipo de violencia.

En este sentido, se trabaja para que se apruebe una Ley Orgánica estatal que proteja los derechos de los infantes al igual que ocurre con la violencia de género, y se preparan campañas de concienciación.

Los distintos tipos de violencia

Todos los niños y niñas tienen derecho a vivir en familia y ser protegidos contra todo tipo de violencia, y las administraciones públicas tienen que poner a disposición de los padres los medios necesarios para ejercer la paternidad positiva.

Sin embargo, la violencia intrafamiliar es común y especialmente nociva dado que la persona que maltrata el niño o niña es justamente quien debe cuidarle. Se estima que más del 80% de los niños en el mundo ha sido víctima de castigos físicos o humillantes, un tercio de los cuales provoca lesiones graves. Solo 46 países han prohibido por ley el castigo físico contra la infancia en todos los entornos. Muchas veces esta violencia se entiende erróneamente como disciplina.

Los menores tienen derecho a ser protegidos contra los abusos y la explotación sexual, y se insta a los estados a crear programas sociales eficaces, además de estructuras pluridisciplinarias para proporcionar el apoyo necesario a las víctimas.

En Catalunya, la legislación vigente establece la obligación de velar especialmente por la prevención y detección de los abusos sexuales de los menores y de promover la formación continua de los profesionales, así como la creación de un servicio de atención al abuso sexual. Los datos reflejan que sobre el total de víctimas por tipo de delito, los niños componen el 100% de algunos de ellos, como la mutilación genital femenina o los matrimonios forzados, y componen el 65% de 713 víctimas totales de abuso sexual.

El acoso y el ciberacoso, por otro lado, son formas de violencia que muchas veces se da entra pares. El 9,3% de los estudiantes encuestados contestaron haber sufrido acoso, el 6,9% sufrieron ciberacoso. Estas experiencias violentas van desde insultos directos, a indirectos, la difusión de rumores, sufrir robos o daños a propiedad, además de golpes físicos, exclusión y amenazas.

El trabajo desde la ONG

Save The Children es la organización independiente líder en el trabajo y defensa de los derechos de la infancia y 5ª ONG del mundo. Está presente en más de 120 países donde proporciona seguridad y protección a los niños y niñas, defendiendo sus derechos en el marco de la Convención sobre Derechos del Niño de la ONU.

La misión de Save the Children es impulsar avances significativos en la forma en que el mundo trata a los niños con el fin de generar cambios inmediatos y duraderos, sobre todo en cuatro puntos fundamentales:

  • La protección de su integridad
  • El cuidado de su salud y nutrición
  • La defensa de los derechos de los niños
  • La mejora constante en la educación

Los dos grandes niveles de actuación de la ONG pasan por incidir en la necesidad de crear políticas que protejan a los niños y niñas y la concienciación social a través de campañas de difusión de su mensaje. Mientras quede un niño en el mundo que sea víctima  de violencia, seguirá trabajando para erradicarla.

¿Sabías que...?

Emilie Rivas es conferenciante en el Máster en Prevención y Tratamiento de la Violencia Familiar que ofrece los elementos conceptuales y prácticos necesarios para el análisis y abordaje de la violencia familiar desde diversos ámbitos –social, psicológico, sanitario, educativo, de seguridad y jurídico– para poder contribuir a la disminución del número de casos, a una mejor prevención y detección, y poder asegurar una ayuda eficaz en los casos en que el problema ya se haya producido.

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