La captación de fondos privados para proyectos musicales

La industria musical ha experimentado importantes cambios en las últimas décadas. Por un lado, han aparecido nuevas formas de consumo que han obligado al sector a reinventarse. Por otro, la organización de eventos musicales ha incrementado sus costes y eso ha provocado también que se tengan que buscar nuevas formas de financiación cultural para que la industria continúe siendo sostenible.

Estos cambios han sido, en cierta manera, positivos para que nuevos grupos y artistas puedan tener su oportunidad en el mundo musical.

En ese sentido, internet puede haber sido la causa principal del cambio en la industria pero, también, la solución a sus problemas, porque es a través de internet como surgen las nuevas formas de financiación de proyectos musicales. Estamos hablando, en este caso, del crowdfunding y del fundraising.

¿Qué es el crowdfunding?

El crowdfunding o micromecenazgo es un método de financiación de proyectos culturales en el que los inversores son personas individuales que están interesadas en invertir su dinero para que dicho proyecto se lleve a la práctica. Entre otras cosas, porque en muchas ocasiones reciben ciertas ventajas sobre el resto de consumidores finales.

Las nuevas tecnologías son la herramienta principal que permite encontrar a esos inversores a través de campañas de difusión que se sirven de la gran repercusión que tienen las redes sociales.

Esto quiere decir que la industria musical, sobre todo la incipiente, ha encontrado en el crowdfunding una buena alternativa cuando faltan inversiones propias o procedentes de instituciones, organismos oficiales o empresas para llevar a cabo un proyecto musical o cultural concreto.

¿Qué es el fundraising?

El fundraising es la captación de fondos a través de particulares, fundaciones, empresas o agencias gubernamentales. Esas aportaciones suelen ir destinadas a organizaciones sin ánimo de lucro que quieren llevar a cabo algún proyecto, que también puede ser de carácter cultural.

Este método de financiación no sólo contempla la captación de fondos sino también la participación de voluntarios, porque implica los medios humanos y materiales que sean necesarios para llevar a cabo un proyecto.

Este método de financiación se ha profesionalizado en los últimos años y son empresas especializadas las que prestan este tipo de servicio con el fin de poner en contacto a las organizaciones con los donantes. Es más una tarea de especialistas en marketing y comunicación.

Cómo funcionan en la gestión de la industria musical

Para participar en la gestión de la industria musical es imprescindible, hoy en día, tener toda la formación necesaria para conocer estas nuevas formas de financiación del sector y saber además cómo poner en marcha proyectos a través de estos nuevos métodos.

Quienes se dedican a la gestión de la industria musical tienen que abordar todas las vertientes de este campo:

• Conocimientos legales sobre contratación y transacciones en la industria.
• Conocimiento sobre la protección de la propiedad intelectual.
• Administración y organización de eventos musicales en directo.
• Comunicación en el ámbito musical.
• Conocimiento sobre la ley y normativas de protección de datos.
• Creación de marca.

Todo ello implica también conseguir el dinero necesario para poner en marcha cada proyecto. Y, como decimos, el crowdfunding y el fundraising son dos métodos que hoy en día es necesario dominar.

Hay diferentes plataformas para financiar proyectos de micromecenazgo que hay que conocer sí o sí. También resulta preciso dominar la mecánica de funcionamiento, diseñar las campañas de captación de fondos, fijar una meta económica y conjugar todo ese proceso con la promoción adecuada que nos permita dar a conocer nuestro objetivo para convencer a los inversores, tanto particulares como empresariales, de que se sumen al proyecto.

Y, además, en toda esta nueva forma de gestión en la industria musical juega un papel esencial la tecnología, lo que obliga a quienes se dedican al sector a mantener actualizados sus conocimientos. La comunicación digital también pasa a ser un elemento clave en este campo y hace falta una formación adicional para abarcar todo este terreno.