En 2016, en el marco del Foro Económico Mundial de Davos, se publicó el informe The Future of Jobs Employment, Skills and Workforce Strategy for the Fourth Industrial Revolution, en el que se analiza cuáles son las tendencias que afectarán en el mundo del trabajo en la próxima década. El informe también incluye las respuestas que los directivos presentes en Davos dieron a la pregunta ¿cuáles serán las 10 habilidades más demandadas a los directivos hasta el 2020?
Los resultados, por orden de valor, fueron:
Poco antes, un estudio presentado por la Comisión sobre el futuro de los directivos y líderes del Parlamento Británico, bajo el título “Management 2020” se preguntaba cuáles deberían ser las características esenciales de los directivos para la próxima década. La síntesis de los resultados se concreta en estas 10 características.
Un primer análisis de estas características y competencias nos permiten agruparlas en:
Saber concretar un Sentido y propósito claro de la dirección para que todos comprendan el alcance de los que se ejecuta, unido a la resolución de problemas complejos son uno de los rasgos diferenciales del buen liderazgo.
Además, en un entorno en el que hemos pasado de gestionar los cambio a vivir en la incertidumbre; el pensamiento crítico que permite comprender la esencia del propio proyecto, la naturaleza del trabajo, la raíz del comportamiento humano y las creencias que subyacen en las ideas que marcan la orientación de la opinión social, se convierte en una segunda competencia absolutamente clave.
El segundo bloque de habilidades más demandadas son las que podríamos considerar como las competencias relacionales clave de los directivos: Gestión de personas, coordinación con otros trabajadores, inteligencia emocional y negociación.
La bibliografía sobre el liderazgo y los estudios que se han realizado en los últimos años destacan la necesidad de que los líderes fortalezcan sus habilidades de relación con el equipo, con la finalidad de fomentar el desarrollo de las personas a través de la tutoría y la orientación, de impulsar sistemas de reconocimiento a los resultados y de saber gestionar la diferencia como factor clave de enriquecimiento de los equipos.
Finalmente, podemos agrupar en un tercer bloque las competencias personales: Juicio y toma de decisiones, orientación al servicio y flexibilidad cognitiva; además de las competencias estrictamente técnicas que, en cualquier caso, se le suponen.
Podríamos considerar que estas habilidades clave de los directivos no son exclusivas de los tiempos actuales y que son aplicables a cualquier época. Es posible que, en realidad, estos estudios nos estén mostrando la esencia de los grandes líderes a lo largo de la historia de la humanidad.
Es en este marco que se ha diseñado la primer edición del Postgrado de Habilidades Directivas en el Instituto de Formación Continua IL3/UB.
El objetivo principal del PHD es fortalecer las competencias profesionales que potencian la actuación directiva. Se dirige a profesionales en activo con un mínimo de 3 años de experiencia laboral y que asuman, o deban de asumir en un futuro próximo, funciones directivas o de mando en cualquier tipo de organización.
El posgrado se estructura en tres bloques:
Liderar una organización implica, esencialmente, ser capaz de construir un proyecto directivo que entusiasme y definir una idea sobre la cual construir todo el significado del esfuerzo del equipo. Este proyecto directivo se ha de poder desarrollar de forma integrada en toda la organización y ha de contar las variables que la sociedad es capaz de reconocer y valorar en las organizaciones de referencia.
Uno de los elementos clave que distingue la función directiva de otras funciones en la organización es la responsabilidad de dirigir equipos de trabajo.
La dirección de equipos de trabajo no se consigue sólo por el dominio de ciertas técnica, sino que parte del conocimiento profundo de las bases de las relaciones interpersonales en el trabajo y exige, al directivo, un grado de madurez que le permita aceptar y potenciar las características diferenciales de las personas que de su equipo a partir de la concreción del propio proyecto directivo.
En este bloque se abordan las competencias técnicas personales necesarias para poder completar las habilidades de análisis y relaciones que se aplicarán en cualquier situación de dirección.
El programa se orienta en la acción y se podrán aplicar de forma inmediata sus contenidos y cuenta con un equipo docente formado íntegramente por directivos y consultores en desarrollo directivo reconocidos.
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