Webinar: Objetivos e indicadores… ¿El huevo o la gallina?

Toda organización se sostiene gracias a una mejora continua pero, para saber si existe una mejora, primero es necesario medir. Mientras que para medir se necesitan indicadores que permitan evaluar el desempeño, para mejorar hacen falta objetivos que determinen hacia dónde y con qué mecanismos se quiere avanzar. Así lo explicó Adán Tomé, Director del Máster en Gestión Integrada de la Calidad, la Seguridad y el Medio Ambiente, en el Webinar “Objetivos e indicadores…¿El huevo o la gallina?”.

La pregunta del huevo o la gallina hace referencia a un dilema básico que aparece a la hora de establecer, por un lado, los objetivos que trazan el camino que se quiere seguir como organización y, por otro, los indicadores que permiten medir cuánto se ha avanzado en esa dirección: ¿Cuál de los dos viene primero?

¿Qué necesitamos saber primero?

“Lo primero que necesitamos son datos, elementos medibles, indicadores en base a las características que queremos destacar”, aseguró el Director del Máster en Gestión Integrada y añadió: “una vez que los tengamos, podemos averiguar cómo se ven influidos, qué puede tener un impacto en ellos y determinar qué podemos hacer para mejorar en función de eso. Entonces determinamos objetivos posibles”. Es decir, que los indicadores serían el huevo y los objetivos la gallina.

Tal como apuntó el experto con más de veinte años de experiencia en sistemas de gestión, estos sistemas son un conjunto de actividades orientadas a llevar a cabo una política establecida, establecer procesos y lograr unos objetivos definidos. Establecer una política implica un análisis de contexto para identificar las cuestiones internas y externas que influyen en los resultados, la determinación de las expectativas de las partes interesadas, y establecer una visión.

Mientras que la misión se refiere al ‘quienes somos y a qué nos dedicamos’, la visión apunta al ‘qué queremos ser y cómo queremos hacer aquello que hacemos’. La visión puede incluir diversas características que marcan la estrategia y la forma de trabajar de una organización, como la presencia que se desea tener en los medios, el lugar que se quiere ocupar y las percepciones que se quieren generar en el mercado, la tasa de incidencias, la tasa de renovación, fidelización o captación de clientes, el tiempo de entrega, entre otras.

Sin medición no hay mejora posible

En tanto los sistemas de gestión tienen como propósito alcanzar objetivos, son sistemas de mejora continua. Pero, ¿cuándo podemos decir que un sistema de gestión está mejorando? Para hablar de una mejora, es necesario evaluar el desempeño que es, por definición, un resultado medible.

Pero, ¿qué hay que medir? Lo que se necesita medir es la evolución de los valores de aquellas características que forman parte de la visión de la organización y que, por tanto, es necesario traducir en variables medibles, con indicadores que brinden datos objetivos y valores de referencia, sin los cuales es imposible medir.

Para constatar una mejora, es necesario comparar el valor actual que presenta cada una de las variables con el valor deseado, y comprobar si ha habido una evolución en esa dirección. La visión es la encargada de delinear el objetivo a alcanzar, es decir, ese el valor que se quiere conseguir. La comparación entre ambos valores nos permitirá cuantificar el camino recorrido y verificar si efectivamente se ha avanzado. Es por esto que sin un sistema de medición, es imposible hablar de una mejora.