Pedro Gómez, ingeniero industrial con más de 30 años de experiencia en el ámbito de las nuevas tecnologías, no duda en señalar que una de las claves está en mejorar las competencias digitales de la organización y alinearlas con la estrategia de negocio: “La nube, el comercio electrónico, y las redes sociales son plataformas que, integradas en una estrategia de negocio coherente, nos ayudarán a conseguir una posición diferenciadora en el mercado y nos harán más competitivos”, afirma.
Desde Sicma 21, firma Jesús Tallón coincide con esta visión añadiendo la necesidad de hacer una aproximación real al reto: “La tecnología debe presentarse como ayuda o solución a aquellas necesidades que aparecen en la empresa teniendo en cuenta alcances realistas, riesgos detectados y costes, tanto temporales como monetarios, que se correspondan con los resultados que se esperan obtener”. El barómetro de CTecno confirma el interés de empresas de todos los sectores en incorporar este tipo de soluciones: tal y como muestra la infografía, sólo en Cataluña las TIC mueven 14.000 millones de euros anuales.
Si bien es cierto que tal y como apunta Gómez existen ciertas carencias estructurales y sistémicas que hacen difícil avanzar en la materia –escaso ancho de banda, excesiva carga de impuestos al servicio…– es básico que las compañías asuman tecnologías disruptivas a modo de “rampa de despegue” y oportunidad para “reducir los costes gracias a la optimización de procesos empresariales o la generación de ingresos a través de la creación de innovadores servicios”.
Desde CTecno confirman que el sector de las nuevas tecnologías en Cataluña emplea hoy alrededor de 88.000 profesionales. Tal y como detallan los expertos consultados, algunos de los perfiles más demandados por las empresas que están apostando por la revolución digital son:
Sumado a esto, Guillem Abril, gerente nacional de Ventas de National Instruments, firma especializada en tecnología para la evolución digital de la industria, considera imprescindible aportar competencias transversales como son la “capacidad de adaptación y vocación por el trabajo en equipos multidisciplinares”.
Para Nuria Oliver, directora de R+D de Telefónica, las empresas deben apostar de manera decidida por la investigación e innovación “en un entorno abierto con colaboraciones tanto internas como externas”. Asimismo llama a impulsar en las organizaciones “una cultura de aprendizaje continuo, de flexibilidad de pensamiento, de toma de riesgos sin miedo a las equivocaciones y de curiosidad”.
Coinciden con esta visión desde National Instruments: “La clave está en estar atento y en abrir espacios para la innovación constante dentro de la propia empresa. Tanto en productos cómo en procesos y metodologías, ya que cualquier empleado comprometido puede dar la clave para un nuevo negocio”, señala. Para Cataluña, CTecno ha cifrado la inversión realizada durante 2015 en I+D tecnológico en 260 millones.
El dinamismo del mercado tecnológico hace difícil realizar una aproximación a las tendencias que verán su explosión en los próximos años. En opinión de CTecno, el móvil, cloud computing, le big data y las smart cities tendrán el protagonismo. A estos ámbitos los profesionales consultados añaden:
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