La gestión del estrés en atención prehospitalaria

El estrés es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia, un mecanismo de defensa que, en determinadas circunstancias, puede derivar en problemas de salud graves. En atención hospitalaria, el nivel de estrés laboral es muy alto. Por eso es importante hacer una buena gestión del mismo.

Qué es la gestión del estrés

La gestión del estrés es el conjunto de técnicas que se aplican para controlar, reducir o neutralizar sus efectos negativos. Es la estrategia con la que un individuo se enfrenta a situaciones que pueden ser muy estresantes. El objetivo es disminuir los síntomas y el malestar emocional asociado a este tipo de situaciones. Mediante el aprendizaje, una persona puede restablecerse o, al menos, mantener el control de la situación.

Gestión y manejo del estrés

El estrés puede afectar a muchos niveles: psicológico, fisiológico y en nuestro comportamiento. Hay situaciones que pueden generar estrés de forma puntual en el entorno laboral pero, para el personal de atención prehospitalaria en urgencias, por ejemplo, este tipo de situaciones se dan constantemente y cada día.

Esto supone un riesgo para su propia salud, de ahí la necesidad de aprender a gestionar el estrés. Para ello, en muchos casos, se hace necesaria la intervención psicológica para que la persona tome conciencia de sus propios límites, desarrolle las estrategias adecuadas para enfrentarse a determinadas situaciones, aprenda técnicas de relajación y de resolución de problemas y entrene ciertas habilidades sociales que le ayudarán en su día a día.

Gestión del estrés laboral en el personal prehospitalario

Se considera que alguien está sometido a estrés cuando, de forma real o distorsionada, tiene la percepción de no ser capaz de hacer frente de forma efectiva a las exigencias de su entorno, en este caso, a las de su desempeño laboral.

Hay muchos factores que pueden generar estrés laboral en el personal prehospitalario como por ejemplo la violencia en los centros médicos, ya que un alto porcentaje del personal sanitario ha sufrido algún tipo de agresión verbal o física en su puesto de trabajo. De hecho, en la atención en urgencias es donde se produce la mayoría de estos casos (pacientes agresivos, víctimas de violencia doméstica, desórdenes públicos, pacientes con trastornos conducta por drogas, etc…).

El personal prehospitalario, por las características de su labor, se enfrenta a todo tipo de situaciones. Vive experiencias asociadas con la atención de personas en circunstancias de emergencia que a veces incluso amenazan la vida, y a raíz de esto pueden desarrollar síntomas de estrés postraumático. Situaciones como atención en zonas de desastre, atentados terroristas, abuso sexual, violencia infantil, etc., son eventos traumáticos difíciles de superar si no se tienen las estrategias adecuadas de afrontamiento

El riesgo de ser víctima de estas situaciones de violencia genera en el personal prehospitalario un alto nivel de estrés, lo que implica una serie de consecuencias como absentismo laboral, falta de motivación, insatisfacción, bajada de la productividad, etc.

Otro factor del estrés laboral en el ámbito prehospitalario es su exposición constante a experiencias traumáticas e incluso de pérdidas humanas. Eso puede afectar de manera emocional y, por eso, es importante llevar una vigilancia de este tipo de casos.

El tratamiento para situaciones como el estrés postraumático es la terapia, bajo la supervisión de especialistas en salud mental. En algunos casos, puede ser necesaria la prescripción de medicamentos. Pero, en todo caso, para la gestión del estrés debe ayudar el personal especializado.

El primer paso es identificar las fuentes de estrés laboral que pueden afectar a los profesionales que trabajan en los servicios de urgencia y detectar después los posibles síntomas: reacciones de alarma, respuestas adaptativas o agotamiento, entre otros, son algunos de los más frecuentes entre el personal de atención prehospitalaria.

Son muchas las formas en las que el estrés laboral puede manifestarse. Por eso hay que anticiparse para que no derive en un problema de salud mayor.

La recuperación puede tardar semanas, meses o años, dependiendo de la situación que haya generado ese cuadro de estrés. Pero el personal prehospitalario ha de contar con las herramientas que le permitan tener el control de la situación para enfrentarse a situaciones complicadas en el desempeño diario de su profesión.