Es muy difícil calcular cuánto cuesta a las empresas la formación de nuevos trabajadores, casi tanto como estimar el coste que tiene para la compañía la salida de un empleado que esté ofreciendo buenos resultados a la misma. Resulta muy complicado encontrar al candidato ideal para un puesto concreto, que tenga la capacidad para desempeñar sus funciones aportando un plus a la organización. Además, también las empresas realizan una fuerte inversión en la formación continua y en la actualización de conocimientos y habilidades de sus trabajadores.
Por eso, el mayor activo que tiene una compañía es su equipo humano, especialmente aquél que demuestra tener un valor añadido, un talento especial que le hace importante para la consecución de los objetivos de la empresa. Por todo ello, identificar el talento, reclutarlo y saber retenerlo son cuestiones básicas -aunque no sencillas de llevar a cabo- para cualquier departamento de recursos humanos que se precie.
Cuando se pierde talento, la empresa también está perdiendo en capacidad para lograr sus objetivos. De ahí que cada vez resulte más importante aplicar las medidas necesarias para lograr que los trabajadores más talentosos quieran permanecer por mucho tiempo en la compañía. Los mejor formados son un activo más que necesario para adaptarse a los cambios y hacer crecer a la empresa.
El talento es la capacidad intelectual o aptitud especial que tiene una persona para aprender con facilidad o para desarrollar con gran habilidad una actividad determinada. Una de las misiones más importantes de un departamento de recursos humanos es precisamente detectar ese talento, pero al mismo tiempo también captarlo y retenerlo.
De hecho, la retención del talento humano es uno de los grandes retos de la gestión de los departamentos de RRHH de una compañía. En su labor está reclutar, formar y motivar a los empleados, cuestiones que, con la transformación digital constante que vivimos en el mercado laboral actual, se hacen más necesarias que nunca.
Se dice que el mejor valor añadido de una empresa es el factor humano y, por eso, la retención de talentos en las empresas es un importante objetivo que no debe descuidarse.
Contar con los profesionales más cualificados, mantener su formación y actualización continua y procurar que se sientan identificados y comprometidos con la empresa para que permanezcan en ella son cuestiones clave para mejorar los resultados de la compañía.
Las empresas que realmente entienden la importancia de retener el talento en sus filas saben que es necesario invertir tiempo y recursos en identificar, reclutar y retener el talento.
Hay trabajadores que son realmente valiosos para una empresa y que dan un valor extra a la compañía, una ventaja respecto a la competencia. Procurar que esas personas quieran quedarse en la organización reportará numerosos beneficios:
Todo esto es una suerte de causas-efecto, ya que una cosa lleva a la otra y, por supuesto, todo ello repercute en un menor porcentaje de rotación de personal, ya que unos empleados talentosos satisfechos permanecerán en la empresa por más tiempo.
Además de todos estos beneficios, hay que mirar la retención del talento humano desde el punto de vista económico, ya que para una compañía tiene un alto coste la captación de talento y la formación de nuevos empleados.
Todas esas razones nos hablan de la importancia de retener el talento humano en las empresas, aunque no siempre es fácil alcanzar este objetivo.
Las empresas actuales alcanzan el éxito gracias a sus ideas innovadoras y ésas surgen del capital intelectual de sus empleados, una destreza imprescindible para la compañía. Por eso hay que saber retener el talento, porque si un trabajador talentoso se marcha no sólo pierde la compañía sino que también gana la competencia.
Por todo ello, la empresa ha de procurar que esos empleados que marcan la diferencia permanezcan en la organización el mayor tiempo posible. ¿Cómo?
Hay muchas maneras de conseguir que un trabajador con valor añadido se sienta motivado y comprometido con la empresa. Pero es un aspecto que no hay que descuidar porque es la única manera de retener el talento dentro de la empresa.
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