Los OKR son un método de trabajo de gran utilidad para las empresas. Es un sistema sencillo, flexible y que ofrece excelentes resultados. Funciona tan bien que hasta Google lo ha implementado. ¿Quieres saber qué es y cómo introducirlo en tu negocio?
OKR son las siglas en inglés de ‘objectives and key results’ (objetivos y resultados clave). Este término hace referencia a una metodología en la que se definen los objetivos de un equipo de trabajo, permitiendo que éste los tenga claros y pueda después medirlos.
Este sistema es de gran utilidad para las empresas porque permite que todos los trabajadores conozcan las metas que se persiguen, lo cual aumenta su participación y permite aspirar a objetivos más ambiciosos.
Los OKR siguen un patrón simple pero flexible en el que cada trabajador sabe qué objetivo tiene y puede medir si se ha conseguido a través de un resultado clave, es decir, si ha alcanzado la métrica objetivo que se ha marcado previamente.
Hay que matizar que las OKR no son lo mismo que las KPI, ya que estos últimos son los indicadores clave de rendimiento, una métrica que permite hacer un seguimiento del rendimiento dentro de un proyecto, mientras los OKR son una metodología para definir y alcanzar objetivos.
El método OKR es muy flexible y, por tanto, se puede implementar de diversas formas. Eso sí, los OKR tienen que ser medibles y verificables.
Los objetivos OKR deben ser los pilares de la estrategia de un equipo de trabajo para un período determinado (el más inmediato) y deben conectarse con el trabajo diario.
Otro aspecto esencial de los OKR es que deben ser objetivos conocidos por todos, tanto para el desarrollo del trabajo individual como colectivo. Así todos sabrán si están contribuyendo o no a la consecución de esas metas.
También es necesario, para que los OKR tengan sentido, revisar periódicamente si estos objetivos se están cumpliendo o no.
La importancia de esta metodología para las empresas radica en que los trabajadores son conscientes de si alcanzan o no esos objetivos propuestos. Y, en el momento en el que lo logran, se incrementa su motivación, con todas las consecuencias positivas que ello supone para la compañía: productividad, eficiencia, resultados…
La estrategia OKR, en la que se definen objetivos a corto plazo entre diferentes áreas de una misma empresa, está resultando muy eficaz para las organizaciones que la implementan.
La propia compañía Google la utiliza porque facilita la organización del trabajo. Su método consiste en fijarse entre tres y cinco objetivos ambiciosos con un límite temporal de unos tres meses, generalmente. Y, por supuesto, éstos están alineados con la estrategia general de la empresa.
¿Es necesario alcanzar todas las metas fijadas al cien por cien para considerar que los OKR están teniendo éxito? No necesariamente. Google, por ejemplo, da por exitoso su sistema OKR si en un trimestre se logra alcanzar entre el 60% y el 70% de los objetivos marcados. Y la motivación de su personal por superarse es lo que hace que el porcentaje de éxito se incremente.
Al principio, definir correctamente los objetivos OKR es complicado para las empresas. Por eso, para que te hagas una idea de cómo funciona este método, aquí te desglosamos algunos ejemplos muy sencillos:
Seguro que, tras ver estos ejemplos de OKR, te haces una idea de cómo funciona este sistema, en el que siempre ha de marcarse también una meta temporal. Por ejemplo, trimestral.
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