Técnicas para fomentar la motivación laboral

Es una obviedad a estas alturas que un trabajador motivado rinde mejor que uno que no lo está y que esa mejora de rendimiento es ventajosa para la empresa. Por tanto, las compañías deben prestar mucha atención a este aspecto y procurar mantener la motivación de sus empleados si quieren obtener buenos resultados.

Teorías de motivación laboral

Existen diversos enfoques teóricos sobre la influencia que la motivación de los trabajadores puede tener en su ámbito laboral. Este asunto siempre ha sido motivo de preocupación en las empresas porque de ello depende la productividad y el bienestar de los empleados y, por tanto, también los resultados de la compañía.

Las principales teorías de motivación laboral (aunque hay algunas más) son las siguientes:

• Teoría de las necesidades humanas, de Abraham Maslow. Afirma que los seres humanos tenemos unas necesidades que cubrir y éstas se agrupan en cinco bloques (fisiológicas, de seguridad, de afiliación, de reconocimiento y de autorrealización). En la base estarían las necesidades fisiológicas y en la cúspide de la pirámide, las de autorrealización. Según esto, una vez satisfecho un grupo de necesidades, el ser humano aspirará a satisfacer las del siguiente grupo, hasta llegar a la cúspide.
• Teoría de los dos factores de motivación, de Frederick Herzberg. Este autor dice que la motivación laboral depende de dos factores: la satisfacción y la higiene (o insatisfacción). Es decir, que las personas tenemos un doble sistema de necesidades: sentirse satisfechas y evitar sentirse insatisfechas.
• Teoría X e Y, de Douglas McGregor. Es una teoría muy aplicada en los departamentos de recursos humanos de las empresas porque plantea dos teorías opuestas. La primera supone que los seres humanos son perezosos y sólo trabajan si se les controla y la segunda cree que las personas disfrutan de su trabajo y son capaces de trabajar de forma autónoma.
• Teoría de las expectativas, de Víctor Vroom.  Este autor considera que la motivación no sólo reside en la recompensa sino también en la probabilidad del logro.
• Teoría de los logros, de Edwin Locke. Según esta teoría, las personas fijan sus propias metas y ésa es la fuente básica de su motivación. Por tanto, son las que impulsan a los trabajadores a dar un mejor rendimiento.

Estrategias de motivación laboral

Como hemos visto, hay muchas formas de entender la motivación laboral en la empresa pero de lo que no cabe duda es de que, sea cual sea la motivación de un empleado, si ésta no existe, difícilmente podrá contribuir a mejorar los resultados de la compañía.

Es por esto que las empresas ponen en funcionamiento sus propias estrategias de motivación entre sus empleados con el fin de obtener el mayor beneficio, y éstas pueden ser de muy diversa índole. Por ejemplo:

• Comunicar la finalidad y el propósito de las tareas a realizar.
• Mejorar las condiciones laborales de los trabajadores.
• Adecuar cada puesto de trabajo a la persona que lo desempeña.
• Reconocimiento de los pequeños y grandes logros del día a día.
• Hacer partícipes a los empleados de las decisiones y procesos de la compañía.
• Establecer nuevos objetivos acordes a nuevos proyectos.
• Tener en cuenta la opinión de los empleados.
• Mantener una comunicación transparente y fluida entre la dirección y los empleados.
• Mostrar mayor interés por el trabajo de los empleados.
• Establecer metas realistas.
• Ofrecer oportunidades de crecimiento profesional.
• Ofrecer incentivos salariales.
• Promover el trabajo en equipo.
• Facilitar los recursos necesarios para llevar a cabo la actividad diaria.
• Potenciar las fortalezas de cada trabajador.
• Facilitar la conciliación entre la vida personal y profesional.

Satisfacción y motivación laboral

La motivación de los trabajadores es fundamental para lograr su satisfacción laboral y eso significa también un beneficio importante para la empresa, ya que consigue una mayor estabilidad en su plantilla y mejores resultados gracias a la mejora de la productividad de sus empleados. Además, fidelizar ese talento puede ser sinónimo de éxito. Tener a unos empleados satisfechos implica también mayor fidelidad y compromiso por su parte.

De ahí que, sea cual sea la teoría de motivación laboral por la que se guíe cada empleado, esas estrategias de motivación laboral que aplique la empresa deben servir para incrementar su grado de satisfacción y compromiso con la organización.