Enric Crous
Enric Crous. Director General del Grupo Damm

“El líder es aquel que consigue ilusionar y obtener lo mejor de su equipo, con lealtad a la empresa y con honestidad personal y profesional”

4 noviembre 2015

La apuesta por la calidad, la cercanía al cliente, el respeto por la tradición y la capacidad para adaptarse a los cambiantes gustos del consumidor son los ejes sobre los que Damm ha construido su sólida posición en el mercado. Sumado a ello, tal y como detalla su director general, la confianza en los profesionales con los que colabora es otro elemento fundamental.

¿Qué valores rigen su desempeño personal y profesional?

Voluntad, capacidad de trabajo, esfuerzo y confianza. Confianza en ti mismo, pero sobre todo en la gente con la que trabajo. Dedico mucho tiempo y esfuerzo a lo que hago y soy plenamente consciente de que solo no podría hacerlo.

Enric Crous

¿Cuáles cree que son las capacidades fundamentales que todo alto ejecutivo debe cultivar?

Además de tener confianza en el equipo, para mí lo primero es predicar con el ejemplo. Lo que no se puede hacer jamás es exigir a tus colaboradores aquello que tú no eres capaz o no estás dispuesto a hacer. Lo segundo, trabajar, pero no de cualquier manera. Trabajar con ilusión en lo que haces, con lealtad a la empresa y con honestidad personal y profesional. No puedo afirmar que estas características sean la llave del éxito para quien está al frente de una compañía como es mi caso. Lo que sí puedo asegurar es que son todas actitudes que te permiten dormir tranquilo cada noche.

¿Ha habido alguien a lo largo de su trayectoria profesional que le haya inspirado especialmente?

Le debo mucho a mucha gente, pero si tuviera que mencionar a alguno diría Pasqual Maragall, por la independencia que demostró  al proponerme como director general de Fira de Barcelona en su etapa de alcalde de la ciudad, estando por encima de lecturas políticas. Ese nombramiento fue clave en lo que sería mi futura trayectoria en Damm y toda una lección de profesionalidad. Otra figura a la que debo mucho es el Pare Pau Martí, profesor de los Escolapios que estimuló mi pasión por la química. Gracias a su inspiración hoy estoy aquí. La ilusión con la que nos enseñaba es, seguramente, lo que más recuerdo de él.

¿Cuáles cree que son las claves que han llevado a Damm a convertirse en un actor de peso en el mercado conservando inalterable su sello distintivo?

Fundamentalmente, nuestra vocación por la calidad: ser absolutamente rigurosos en los procesos de fabricación para ofrecer al consumidor productos que cumplen plenamente con sus expectativas. Otro elemento es la apuesta que hace Damm de reinvertir parte de sus beneficios en la sociedad civil. Muchos de nuestros patrocinios, de entrada, no tienen la lógica de beneficio que las empresas buscan en este tipo de acciones, sin embargo, es nuestra obligación como compañía apoyar a quienes nos han entregado su confianza. Y por último, con más de 100 años de historia, el saber adaptarnos a los nuevos tiempos sin perder la tradición y el espíritu original de la marca. Somos conservadores, lo que no quiere decir que no apostemos por la innovación.

Damm ha establecido una conexión sincera y estrecha con su consumidor. ¿Cómo se consigue integrar en cada una de las unidades operativas esta visión “customer centric”?

Una de las claves es ser conscientes del lugar que ocupamos en la vida de nuestros consumidores. El nuestro es un producto social, que eligen en sus momentos de ocio, cuando comparten con la familia, con amigos… A partir de ahí, y siempre promoviendo un consumo responsable, estamos atentos a lo que la gente quiere para responder a sus demandas haciendo evolucionar nuestros procesos y siendo capaces de innovar. Nos arriesgamos a hacer nuevas propuestas al mercado aunque a veces éstas no salgan bien… Si nos equivocamos, lo importante es rectificar. Es un trabajo en equipo, que parte desde el comité de dirección y cuya dinámica se repite en cada uno de los departamentos. En Damm nada funciona individualmente, todo se basa en el trabajo colaborativo y en una alta capacidad de comunicación interna. Quizás no está bien que lo diga, ¡somos un equipo de Champions y nos divierte lo que hacemos! Eso el cliente lo percibe.

Enric Crous

¿Cómo identifican e incentivan el talento natural de los profesionales de la compañía?

A través de nuestro programa “Trayectoria Estrella” detectamos talento joven, tanto interno como externo, y los invitamos a participar en un plan de carrera que se inicia con una inmersión en cada una de las áreas operativas de la compañía. Además de aprender y adquirir una visión global del negocio, son perfiles que aportan sus ideas frescas a todos los departamentos. De manera paralela, procuramos que toda la evolución de Damm sea a través de promoción interna. Confiamos en el potencial de nuestros profesionales, lo que no quiere decir que no fichemos perfiles externos, pero sí que apostamos por las capacidades de quienes ya están en la ‘casa’.

¿A qué retos cree que se enfrentarán los líderes del mañana?

La internacionalización seguirá siendo un gran desafío y las compañías no podrán renunciar a tener presencia internacional. El crecimiento, tanto a nivel orgánico como en diversificación de la actividad de las empresas será otra de las cuestiones a las que deberán prestar atención los futuros directivos. En Damm tenemos como objetivo convertirnos en el grupo agroalimentario de referencia en España. En ese sentido, mantener el ADN de la firma, que pese al crecimiento se respete la esencia de la misma, será un reto clave para los ejecutivos de mañana.

¿Qué innovaciones disruptivas están aún por venir?

La tecnología seguirá marcando el ritmo de los cambios de nuestro sector. Por ejemplo, innovaciones que hoy pueden tener un uso minoritario como las nuevas propuestas de compra online de Amazon, de aquí unos años serán lo habitual y Damm, sin duda, se tendrá que haber adaptado a este nuevo canal. El desafío para las empresas es tanto a nivel tecnológico como en relación a un cambio de mentalidad. Sin embargo, hay cuestiones fundamentales como la apuesta por la calidad que creo nunca van a cambiar.

¿Cómo cree que serán las futuras preferencias de sus consumidores?

Las evoluciones son impredecibles. La gente quiere probar cosas nuevas, experimentar otras sensaciones, y por eso las empresas que quieren ser punteras deben ser capaces de lanzar nuevas propuestas de manera continua. Si hace algunos años el mercado de cervezas sin alcohol en España era inexistente, a día de hoy representa el 9%. Yo no sé cuáles serán los gustos de mis consumidores mañana, de lo que sí estoy seguro es que siempre hay que analizar, innovar y arriesgar… El riesgo es un elemento inherente a la actividad empresarial.­

Enric Crous

Artículos relacionados

Envía un comentario

*