¿Qué te aporta tu propio blog?

Hace un año os presentamos Nuestra Enfermería, blog independiente escrito por Fernando Campaña, exalumno del Máster en Enfermería Oncológica. Durante todo este tiempo Fernando no ha parado de reforzar su posición en la red, descubriendo de forma totalmente práctica cuáles son las ventajas y las responsabilidades de tener un blog profesional. ¡Gracias por compartir tus reflexiones con nosotros!

Una herramienta 2.0 tan potente como un Blog, puede aportarte más cosas de las que puedes llegar a pensar. Todo ello dependerá, en parte, de la orientación que se le dé, el esfuerzo que se invierta y nuestra intención. También de sus características propias como ya hemos visto antes. Es decir, es una web, pero es menos frío que una página web, es más personal. También te permite crear audiencias o hacerte con un público. Esto está vinculado a los intereses que se despierten en los lectores, si son temas interesantes para ellos.

La relación de confianza que se forje con los lectores, además, es una herramienta potente, ya que te permite ofrecer “algo” que les pueda resultar útil o interesante. Por ejemplo, en nuestra profesión podemos ofrecer información de utilidad y así cubrir necesidades.

Al ser una ventana de Internet, te permite llevar tu idea, mensaje o debate a mucha gente. Se pueden crear listas de lectores, que reciben tu noticia de la publicación realizada a través de e-mail, o que están permanente conectados a través de las redes sociales o feeds de noticias. Mucha gente, significa mucho potencial y mucha visibilidad, algo que implica responsabilidad. Debemos pensar que se pueden tener lectores regulares, a los que se pueden sumar lectores potenciales (como los de las redes sociales), pero, además, en un tono y entorno de confianza.

Esta confianza no solo puede servir para que te escuchen, has de aprender a escuchar a los lectores, que en muchos casos te corregirán, comentaran o debatirán alguna idea, algo que sin duda te hace crecer. En un campo como el nuestro (la enfermería), la realidad es cambiante, siempre hay algo nuevo que aprender, y esta ventana al mundo puede ayudarte tanto a difundir como a recibir conocimiento.

También te aporta trabajo. La constancia y el esfuerzo que decidas invertir marcará la propuesta bloguera en la red. Eres tu propio jefe, y eso te implica una responsabilidad personal, hasta dónde quieres llegar. Se dice que un blog comienza a dar sus frutos a partir de los 3-4 años. En mi opinión, los frutos son inmediatos, ya que te lleva a un crecimiento constante. “De todo se aprende”.

Pero, más concretamente, tu blog puede servirte para:

Crear tu marca personal

La marca personal es aquello que nos define. Podemos querer o no querer tenerla, pero una vez estamos en la red, por medio, por ejemplo, de las redes sociales, comenzamos a dejar huella. Esta huella se puede decir que es nuestra marca personal. Es como te ven los demás. Ligar la marca personal a tu profesión puede ser un impulso tanto personal como profesional.

Conocer gente que comparte tus intereses

Que exista gente con intereses similares o iguales, no es raro. Con muchas de estas personas ya coincides en relaciones no virtuales. Lo sorprendente es cuando ves que hay muchas que no solo piensan como tú, sino que además te interpelan y comparten sus inquietudes contigo, de igual a igual, sin importar que seas una enfermera, un estudiante, un director o un profesional de otro sector; no hay barreras. Esto se traduce en crecimiento personal que repercute en el profesional.

Puede llevarte a descubrir que muchas de las ideas que a veces uno saca de la cabeza no son tan imposibles, excepcionales, ni tan raras. Ya está todo inventado, ¿estáis seguros? YO NO.

Reputación profesional

Toda esta actividad repercute en tu reputación profesional, en el caso de que estemos hablando de un blog profesional o con carácter orientado a la profesión. Además, puede llevar a unir alguna pasión con tu profesión y descubrirte virtudes nuevas que desconocías o en las que no confiabas.

Qué buenas esas fotos, qué bien te expresas, cómo conoces ese tema, que gráficos más buenos, etc. Cuando te lo dicen, y muchos que no tienen por qué decírtelo, comienzas a comprender.

Otros fines…

La intencionalidad cuenta, pero es cambiante. La intención con la que utilices tu blog te puede llevar a conseguir algunas metas. Pero también puede condicionarte, es un arma de doble filo. Por lo tanto, has de tener cuidado. Pero no sería extraño que decidieras implicarte muy mucho y hacer de ello una fuente de ingresos. Aunque, a mi manera de ver, no ha de servir para esto, aunque no es una idea rara ni descabellada. Existen blogs dedicados a ofrecer servicios, a ser tiendas virtuales, o simplemente a recibir ingresos por publicidad o escribir de ciertos temas. Lo bueno es la libertad: tienes libertad para obrar a tu manera.