Salvador Alemany. Presidente de Abertis y de la Fundación Abertis. Presidente del Consell Social de la Universitat de Barcelona.

“Ser solidario con los demás, responsable con uno mismo y competente en lo que se hace, permite alcanzar grandes objetivos”.

28 enero 2015

Al frente de una multinacional que, según el mismo define, “está volcada en facilitar la conectividad de las personas”, Salvador Alemany comparte su visión sobre el aspecto más humano del quehacer empresarial: los valores sobre los que desarrolla su actividad, la aceptación de la limitación del conocimiento propio con el descubrimiento de la complementariedad en los otros, o el delicado punto de equilibrio existente entre la reflexión y la acción.

¿Qué cualidad humana admira especialmente?

La sinceridad, por ser la base de la generación de la confianza, pero también la responsabilidad, la solidaridad y aspiración de la competencia. Creo que la combinación de estos tres valores da lugar a la creación de grandes equipos, tanto a nivel personal como profesional.

Si hoy se decidiera por otra ocupación ¿Qué le gustaría ser y por qué?

Seguramente sería abogado, con el objetivo de continuar siendo útil a nivel profesional, aunque reconozco que, en lo personal, sería más satisfactorio que complementara mi formación con aspectos relativos a las humanidades.

¿Ha habido alguien en su carrera profesional que le haya inspirado especialmente?

Difícil elección… me gustaría mencionar a Enric Gabarró, coincidimos en la primera etapa de Saba, y a Isidre Fainé de La Caixa. A su manera, ambos han destacado por ser muy vitales, tremendamente intuitivos, mucho más que yo. Considero que esta capacidad, en equilibrio con la determinación para actuar, es fundamental. Al igual que un jugador de ajedrez, se ha de ser consciente que hay un tiempo para reflexionar y un tiempo para decidir. El equilibrio entre la fase de análisis y la de reacción es delicado, ya que no se puede decidir sin reflexionar, pero tampoco se puede estar eternamente analizando. Es importante administrar bien el tiempo para cada cosa. Mi técnica consiste en preguntarme “si tuviera que decidir dentro de un minuto… ¿Qué haría?”. Aunque después, en el momento de decidir, añada elementos para su justificación o incluso cambie la decisión. Puedo continuar reflexionando, si hay margen de tiempo para ello, sin exponerme al riesgo de parálisis en caso de tener que actuar.

¿Cómo invierte en su desarrollo personal?

A partir de un sistema de relaciones más bien selectivo y cultivando la capacidad de entregarme de forma completa a lo que estoy haciendo en cada momento. Pretendo enfocar mi actividad en compartimentos estancos: ahora estoy con esto y no me distraigo, pese a que pueda haber otros problemas o preocupaciones, ya los afrontaré cuando acabe. En mi opinión este enfoque, permite sacar lo mejor de cada situación.

Salvador_Alemany_Abertis-blog

¿Qué relación se establece entre los valores de la empresa y los de cada profesional?

Los valores en los que uno cree son útiles para hacer funcionar todos los pilares de su vida. En mi caso, éstos son la familia, el trabajo, el voluntariado y la actividad lúdica. No se elige qué valores se aplican a cada ámbito de tu persona. Uno es como es y hace las cosas como sabe hacerlas. Bajo esta premisa, la trilogía que comentaba al inicio, la de ser solidario con los demás, responsable con uno mismo y competente en lo que se hace, tanto en la empresa como en cualquier actividad personal, permite alcanzar grandes objetivos.

De mi etapa como presidente de la Sección de Básquet del FC Barcelona recuerdo los anillos de la NBA que ganó aquel equipo de los ‘90, los Detroit Pistols, a cuyos jugadores todos llamaban ‘bad boys’ por ser altamente competitivos, pero sobretodo, muy agresivos. A mi no me interesan los resultados que se alcanzan con métodos que no están en mi escala de valores. Trato siempre de ser solidario y facilitar que la gente colabore entre sí, que se ayuden, que crezcan. Porque entregar tanto como se espera recibir es para mi un tema esencial.

¿Cómo consigue una gran empresa como Abertis estar cerca de sus usuarios?

Con una plantilla de más de 18.000 profesionales y dando servicio a millones de personas, la clave es que la pirámide de la comunicación funcione. Que quienes estén en contacto con la gente tengan la manera de comunicar a la organización, especialmente a los centros donde se toman las decisiones, las necesidades reales que existen y los problemas que se han de resolver. Este es uno de los grandes desafíos. Una pirámide que no es fácil de articular y que se construye sobre el convencimiento de que la empresa ha de ser útil para la sociedad en la que trabaja.

Desde su posición ha liderado la exitosa internacionalización de Abertis ¿Qué destacaría del contacto con otras culturas y formas de entender el mundo?

Hemos hecho negocios en 18 países en tres continentes diferentes y la clave para este desarrollo ha sido entender la diversidad. Cada uno tiene una manera de ser y un sistema de valores distinto. Por ello nuestros equipos están formados por profesionales de cada región, que nos ayudan a interpretar de mejor manera esta realidad diversa, que colaboran estrechamente con profesionales ya integrados en los valores de la compañía que aportan la visión de cómo trabajamos. Provocar la simbiosis de ambas visiones y valores es esencial para hacer negocio fuera de nuestras fronteras.

¿Qué servicios cree que demandarán los usuarios de Abertis de aquí a 10 años? 

Contando que somos una empresa dedicada a facilitar la conectividad de las personas, ya sea de datos, de voz o física a través de nuestras diversas infraestructuras, esperamos que nuestros usuarios sean aún más exigentes en relación a la agilidad de nuestros servicios. Entonces la pregunta clave es otra: ¿Cómo serán los instrumentos de la conectividad en el futuro? ¿Cómo serán los coches, las autopistas, los sistemas de telecomunicaciones en 10, 50 o 200 años? ¿De qué manera incorporaremos estas nuevas herramientas para ponerlas al servicio de los ciudadanos?

¿A qué cambios trascendentales cree que se enfrentarán los líderes del mañana?

Me da la impresión que muchas de las cosas que sucederán en el futuro son iguales a las que ya han ocurrido en el pasado o las que estamos viviendo hoy. El cambio esencial estará, en primer lugar, en el impacto real de la globalización, que obligará a los ejecutivos de mañana a asumir una diversidad cultural compleja.

Junto a este gran reto, la rapidez de la evolución de la tecnología será sin duda otro desafío. Lo que hoy utilizamos y conocemos está prácticamente obsoleto. Siempre hay una innovación por llegar. Consecuentemente, los procesos de formación continua seguirán siendo esenciales, aunque el líder deberá asumir que existe una limitación real: nos es imposible saber de todo, estar siempre al día. Por ello se ha de ser selectivo en la adquisición del conocimiento y ser razonable en la aceptación de todo aquello que nunca se llegará a saber.

Si le presentaran un proyecto emprendedor ¿Cómo tendría que ser para que fuese impensable decir que no?

Lo principal, que el impulsor del proyecto crea en él, que no lo empuje un afán especulador, sino innovador. Jamás apoyaría una iniciativa que persiguiese sólo un beneficio económico. De la misma manera, espero que se me diga claramente de qué forma puedo contribuir en la iniciativa. La experiencia me ha demostrado que no siempre los emprendedores tienen claro estos dos aspectos, y sin duda son claves a la hora de conseguir el soporte necesario.

 ¿Cómo cree que habría que gestionar el talento para un mayor beneficio de la sociedad?

Hemos generado más talento que la capacidad que tenemos para utilizarlo. Partiendo de esta autocrítica, estimo que se ha de impulsar de manera más decidida el trayecto que existe desde el talento en estado pasivo hasta la realización de la actividad. En este aspecto, el sistema universitario es una pieza fundamental: necesitamos crear las estructuras para que el talento llegue a la sociedad y a la empresa en condiciones de ser incorporado. Tenemos un diferencial positivo respecto a otros países del mundo, mucho talento aún por utilizar, por lo que es un tema del que nos tenemos que preocupar de manera muy especial.

Artículos relacionados

Envía un comentario

*