El emprendimiento es un conjunto de competencias que se pueden enseñar, y el Postgrado en Digital Learning y Experiencias de Aprendizaje Emergente organizado por IL3-UB ha indagado en la mejor forma de hacerlo a través del programa Jóvenes Emprendedores de EduCaixa.
En un contexto profesional donde el mercado laboral cada vez es más cambiante, los proyectos innovadores y los trabajadores dispuestos a coger las riendas de sus propios proyectos son activos cada vez más valorados.
Con esta premisa muy clara respecto al contexto profesional actual, Núria Vives Font coordinadora del Programa «Jóvenes Emprendedores» en el área educativa de Fundación «la Caixa», ofreció una webinar a los estudiantes del Postgrado en Digital Learning de IL3-UB para guiarles en sus primeros pasos como dinamizadores de la emprendeduría en las aulas.
La definición exacta del emprendimiento, no obstante, no está establecida. Es un tema de debate en el que muchos expertos todavía no han alcanzado un punto en común. La Generalitat de Catalunya, por ejemplo, lo tilda como una competencia de autonomía, iniciativa personal y emprendedurismo. El Gobierno de España, en cambio, lo clasifica como un sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor.
Pese a las mínimas diferencias en el enunciado, ambas instituciones coinciden en enumerar un conjunto de cualidades y habilidades que conforman las características necesarias para emprender:
- Capacidad para asumir responsabilidades y estar dispuesto al aprendizaje constante.
- Habilidades de gestión y planificación para liderar e implementar un proyecto desde cero.
- Capacidad de adaptación al cambio y resolución de problemas para llevar a cabo las acciones necesarias en caso de imprevistos.
- Tener control emocional, autoconocimiento, autoestima y autocrítica.
- Pensar de forma creativa y asumir riesgos. Tener iniciativa e interés por la innovación.
- Saber transmitir ideas y liderar grupos gracias a una gran capacidad comunicativa.
El emprendedor, en definitiva, deberá ser una persona con características muy diversas. La buena noticia es que estos atributos no tienen por qué tenerse naturalmente, son competencias que se enseñan en las aulas.
Las metodologías de enseñanza para educar en las competencias emprendedoras
Al hablar de competencia emprendedora se debe hablar también de una educación emprendedora. El emprendimiento es el desarrollo de una actitud, y no sólo implica tener unos conocimientos; es actuar de forma proactiva para hacer de los problemas, oportunidades.
Las metodologías pedagógicas para desarrollar la competencia emprendedora son aquellas que conciben al alumnado como protagonista del proceso de enseñanza o aprendizaje y al profesor como guía.
Las propuestas que encajan en un currículo emprendedor son las acciones que promueven la interacción y la participación de todos, las que plantean retos y desafíos cercanos a la realidad del alumnado; aquellas que estimulan la creatividad y la iniciativa.
Los profesores deben ser capaces de promover que los alumnos sepan comunicarse y resolver problemas por sí mismos. Para que el alumnado consiga desarrollar las competencias que se pretende, se deben aplicar metodologías interactivas como, por ejemplo, el aprendizaje basado en problemas, el trabajo entre iguales o el aprendizaje cooperativo.
Idealmente, estas competencias emprendedoras estarán en todas las asignaturas de forma transversal. No es necesario crear una asignatura específica, sino integrar las metodologías a lo largo del curso académico y trabajar de modo interdisciplinar.
Muchos centros educativos están apostando por estos métodos, potenciando difundir un cambio educativo para enseñar y crear una ciudadanía crítica. En ese sentido apunta también EduCaixa, la plataforma educativa de Obra Social ‘la Caixa’.
Facilitar herramientas a los más jóvenes
El Programa Jóvenes Emprendedores es un programa educativo promovido por EduCaixa que tiene como objetivo despertar la actitud y habilidades emprendedoras en el alumnado, impulsando su crecimiento personal y potenciando su capacidad de iniciativa.
El programa busca facilitar todas las herramientas posibles para emprender a los jóvenes entre 14 y 18 años, por lo que se dirige a estudiantes de 3º y 4º de la ESO, ciclos formativos de grado medio, programas de Formación e Inserción Profesional Básica y Bachillerato.
La metodología en que se basa el programa es sobre todo el aprendizaje basado en problemas, donde el alumnado trabaja y aprende a partir de la propia detección y análisis de una necesidad real y concreta, presente en su entorno, a la que debe aportar una solución.
Para hacer esto, debe orientarse y dar pistas sobre qué necesidades existen actualmente para llegar a una conclusión meditada y ver el problema como una oportunidad, algo positivo. Emprender entorno a la resolución de un problema.
El alumnado debe trabajar en un equipo heterogéneo, asumiendo un rol dentro de su grupo. La corresponsabilidad, la interdependencia, la interacción y la participación igualitaria entre todos los miembros son valores primordiales.
El programa YouthStart – Erasmus + Programme es otro ejemplo de programas que buscan capacitar a los más jóvenes. Impulsado desde la Unión Europea, quiere “formar ciudadanos responsables capaces de ver necesidades de la sociedad y ponerles una solución”.
Combina challenge based learning y competence oriented learning, buscando que los alumnos confirmen que “pueden desarrollar ideas creativas, evaluar negocios de riesgo usando case studies y ver problemas éticos para resolverlos”. No es tanto que formen una empresa, si no que se haga frente a los posibles conflictos del día a día.
Los paradigmas laborales han cambiado radicalmente y también debe hacerlo el sistema educativo. Las aulas se convierten paulatinamente en un motor de nuevas ideas, un lugar donde aprender a emprender.
