Mª Jesús García San Martín . Experto del Postgrado en Digital Learning y Experiencias de Aprendizaje Emergente

Jefa del Área de Formación en Red y Redes Sociales en el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado (INTEF).

La competencia digital adapta el modelo de certificación lingüística.

30 mayo 2018

El Ministerio de Educación lanza un marco de validación de aptitudes tecnológicas que emula los certificados de idiomas

El marco común europeo, las becas Erasmus y la movilidad laboral a la que muchos jóvenes han tenido que enfrentarse, puso en la mente de todos un objetivo claro: certificar el nivel de conocimiento de una lengua extranjera mediante títulos expedidos por Cambridge, Trinity o la Escuela Oficial de Idiomas.

Conseguir el B2 o First Certificate, el C1 o Advance Certificate o incluso lograr superar el examen de C2 o Proficiency son retos que muchas personas han ido superando con mucho esfuerzo y sacrificio.

Otro ámbito de estudio que ha exigido la adaptación a marchas forzosas tanto de profesionales en activo como de futuros trabajadores es la competencia digital, especialmente en el sector docente.

A medida que la tecnología avanza, la educación ha ido incorporando nuevas técnicas de enseñanza, respondiendo a las necesidades de los alumnos. Por ello, profesores y profesoras de todo el país han aprendido – o tratan de hacerlo en tiempo récord – nuevas formas de educar gracias a herramientas novedosas como apps, pizarras electrónicas o diseño web.

Ahora, todo el personal docente que ha invertido tiempo y dinero en lograr esta capacitación, podrá mostrar sus aptitudes mediante un portfolio diseñado por el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado (INTEF) junto al Ministerio de Educación.

Para explicar su funcionamiento, María Jesús García San Martín, jefa del área de Formación en Red y Redes Sociales de INTEF, realizó un webinar de “Aprendizaje en línea y competencia digital educativa”.

Un portfolio para toda la vida

Este seminario online se enmarcó dentro del postgrado de IL3-UB en Digital Learning y experiencias de aprendizaje emergente. En él, se compartieron las distintas herramientas diseñadas desde INTEF para la mejora de la competencia digital en educación a través de diferentes modalidades formativas en línea, buscando una sociedad digitalmente competente.

INTEF es un puzle porque tenemos varias patas en las que trabajamos y que tienen que ir encajando, y todas las enfocamos a la mejora de la competencia digital”, aseguró María Jesús García. “Tratamos de unir la educación con la realidad sociedad actual, y la formación con  las necesidades de empleo, sirviendo de nexo entre ambos campos”.

Bajo esta premisa, el marco de competencia digital europeo adaptado del marco ya establecido para las lenguas, permite saber cuál es nuestra competencia digital actual – a través de una autoevaluación – y también cómo mejorarla  a través de diferentes modalidades de cursos.

“Es un instrumento digital que va a ser de certificación oficial, aunque todavía está pendiente de publicarse en el BOE”, recordó María Jesús García. “Todos aquellos que quieran un certificado necesitarán avalar la autoevaluación hecha, que determina si tu nivel es A1, C2… A partir de ahí, bastará con escoger entre las diferentes ofertas de cursos que ofrece la propia web”.

Después de responder un cuestionario que determinará el nivel competencial que se posee, los usuarios recibirán un itinerario formativo recomendado para la mejora. Según el nivel resultante en la evaluación, los itinerarios serán diferentes, y contarán con cursos propios del Ministerio, o de universidades y centros que ya trabajan para incorporar su propia oferta.

“La idea es que este portfolio sea para toda la vida”, esgrimió María Jesús García. “La autoevaluación se puede hacer regularmente para ver si se ha mejorado, y si el nivel cambia, el itinerario cambiará. Se puede empezar en el nivel que corresponda a nuestro conocimiento, pero eso sí, solo puede subirse de nivel cada año, porque es el tiempo que creemos que se debe dedicar para mejorar en base al marco establecido”.

Cursos adaptados a las necesidades personales

El propio INTEF, además, ha diseñado sus propios cursos que tratan de responder a las necesidades formativas de personas que han de compaginar la vida profesional y personal. Para ello, un equipo interdisciplinario se ha servido de nuevas fuentes educativas y ha analizado el comportamiento de los usuarios en cursos anteriores, desarrollando un rango de cursos variados donde destacan 3 muy diferentes.

Para las personas que quieren aprender algo nuevo en cualquier lugar y de forma inmediata, EduPills es el mejor formato posible. A través de unas píldoras cortitas de autoaprendizaje que se hacen en 3 o 5 minutos, se puede mejorar la competencia a través del teléfono móvil.

Las EduPills granulizan el aprendizaje, permitiendo consumirlo al ritmo deseado a la vez que proporciona una pequeña inspiración para profundizar en los conceptos adquiridos. Cada viernes a las 11 se publican nuevos contenidos en distintas áreas de competencia, con itinerarios con distintos niveles competenciales.

La siguiente modalidad educativa de menor esfuerzo en cuanto al tiempo invertido son las nanoexperiencias, o NOOC. Son cursos colaborativas cuyo esfuerzo estimado es de 3 horas totales. Es decir, se aprende un marco competencial durante ese tiempo y después trata de ponerse en práctica. Toda la enseñanza es en línea y gratuita, e implican una participación social dentro de foros y grupos creados para la conversación entre compañeros.

Los cursos NOOC se abren durante 10 días en los que completar la formación, pero una vez inscrito siempre se tiene acceso a los materiales. Esta opción es interesante por el aprendizaje entre pares, y también porque da continuidad a lo aprendido, por ejemplo, en las EduPills.

En la línea de cursos de formación online más estándar, están los MOOC – cursos más extensos de 4 o 5 semanas. Son formaciones más largas que muchas veces van ligadas a otros proyectos educativos e institucionales.

Estos MOOC a veces pueden ser parte, por ejemplo, de un postgrado o un seminario. Funcionan como un menú abierto en que cada usuario escoge qué y cuándo aprender. De esa libertad en la formas de absorber los contenidos es en la que se observaron las necesidades de cada persona, haciendo una reconversión al formato NOOC, o de EduPills.

Hay diferentes formas de aprendizaje y las nuevas herramientas a nuestro alcance facilitan la adaptación de la enseñanza a las necesidades actuales. La competencia digital es una aptitud que ayuda tanto a maestros como alumnos, y ahora se podrá certificar el nivel de cada persona gracias al nuevo marco común europeo.

¿Sabías que...?

Mª Jesús García San Martín es Experta del Postgrado en Digital Learning y Experiencias de Aprendizaje Emergente es una evolución natural del Postgrado en Diseño y Edición de Acciones Formativas Online, adaptando sus contenidos y metodología a los avances de la tecnología y del conocimiento, de la neurociencia, de las teorías psicológicas y pedagógicas, los cambios sociales, etc. En definitiva, guiar el cambio y la transformación de la nueva formación.

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