Mayor agilidad organizacional, nuevas habilidades de liderazgo en entornos híbridos y ecosistemas corporativos flexibles son los principales retos de las organizaciones que vienen.
Estas son las conclusiones a las que llegó el equipo de profesionales de RRHH que participaron en el Workshop Knowledge Meeting: Las organizaciones que vienen”, organizado por IL3-UB, el pasado 1 de diciembre.
En este encuentro presencial reflexionamos y compartimos los desafíos y las oportunidades que deben afrontar las organizaciones en el nuevo escenario post-pandemia, y cómo estos impactan en la gestión personas y equipos.
Bien es sabido que la pandemia provocó una revolución sin precedentes y algunas organizaciones tuvieron que acelerar retos que estaban previstos a medio-largo plazo sin embargo, un gran número de empresas tuvieron que reaccionar y afrontar retos que ni siquiera tenían planificados.
Si 2020 y 2021 han sido años de grandes cambios, el 2022 no se queda atrás, ya que llega cargado de nuevos desafíos para los departamentos de Recursos Humanos.
¿Pero cuáles son estos retos para 2022?
Smart working y gestión del talento
Como sabemos, el teletrabajo creció de manera exponencial durante la pandemia y aunque en 2021 ha ido perdiendo fuelle, las áreas de RRHH siguen apostando por él y están dedicando sus esfuerzos a implementar nuevas políticas de teletrabajo y/o trabajo en remoto que se ajusten a la nueva regulación.
Más allá del teletrabajo, las organizaciones visualizan y perciben la necesidad de propiciar una nueva filosofía, centrada en la consecución de resultados basada en una mayor flexibilidad y autonomía de las personas, y que genera dosis extras de motivación para los equipos.
En este punto aparece el concepto Smart working, un modelo de gestión del talento, basado en 3 principios fundamentales: flexibilidad, trabajo colaborativo y uso intensivo de la tecnología.
Para ello, las empresas deben ofrecer accesibilidad a todo tipo de herramientas de trabajo que favorezcan la productividad y la consecución de resultados, acorde a los momentos actuales: de comunicación, de gestión de proyectos… De hecho, las nuevas generaciones son las que más están demandando combinar movilidad y trabajo en remoto, es decir, poder elegir trabajar desde cualquier lugar de manera eficiente.
Nuevos espacios de trabajo
En este nuevo escenario corporativo, las interacciones de los equipos también han cambiado y existe una oportunidad de oro de repensar los espacios de trabajo, no solo desde el punto de vista de la seguridad, sino también para potenciar la cultura de la colaboración.
Oficinas corporativas que tienden a ser punto de encuentro y elemento clave de marca. Nuevos espacios multiuso, más dinámicos, que potencian la sociabilización y el fluir de la creatividad e innovación de los equipos, para agilizar la toma de decisiones… son algunas de las principales reconversiones que están haciendo las organizaciones.
Liderazgo híbrido
Y como todo nuevo modelo de trabajo requiere de nuevas formas de liderazgo, RRHH ve necesario que los líderes desarrollen nuevas competencias para dirigir a sus equipos, de manera efectiva, tanto en entornos de trabajo virtuales como presenciales.
Los entornos híbridos de trabajo requieren, por tanto, de un liderazgo híbrido, más enfocado a la gestión de la confianza, que a la gestión del control.
Son muchas las empresas que están desplegando programas de liderazgo dirigidos a facilitar estrategias, técnicas y herramientas para desarrollar y mejorar las habilidades de liderazgo de los managers, para convertirlos en agentes de transformación y asegurar así el crecimiento de las organizaciones.
Atracción y fidelización del talento
Otra consecuencia directa de la pandemia es la necesidad de transformar tanto los procesos de recruitment, como el rediseño de los procesos de on-boarding.
Como punto de partida, es necesario construir una potente employer branding que integre la diversidad generacional que convive en las empresas e impulsar nuevas fórmulas de salario emocional, acordes a los valores actuales.
Y para facilitar al máximo la integración de unas nuevas incorporaciones, que en muchos casos se inician en remoto, no solo la tecnología es necesaria. Se precisa de un buen plan de comunicación y dinámicas de equipo, que propicien la socialización de las nuevas incorporaciones.
Nuevos modelos de aprendizaje
En cuanto al ámbito de la formación corporativa, tras un parón incipiente, nos vimos obligados a incorporar nuevas herramientas digitales y a superar resistencias y barreras.
Adaptar las clases al entorno digital no ha sido una tarea fácil, aunque organizaciones y formadores demostramos una gran capacidad de adaptación en tiempo récord.
Superada esta fase de ensayo y error, las empresas ven una enorme oportunidad: evolucionar hacia un modelo de aprendizaje híbrido, especialmente orientado a generar experiencias memorables.
No solo se trata de incorporar la tecnología y digitalizar contenidos, sino de replantear el ecosistema de aprendizaje, replantear desde el diseño las acciones formativas, incorporando tendencias emergentes de formación y dinámicas colaborativas que fomentan el espíritu crítico, así como nuevas fórmulas de acompañamiento.
Esta transformación pedagógica, implica también una redefinición del papel del formador, por lo que las empresas necesitan partners de formación innovadores, y programas de actualización en metodologías emergentes, competencias didácticas y digitales para sus equipos de formación.
¡A por el change mindset!
Sin duda, una de las mayores lecciones de esta pandemia es que todos estos cambios han venido para quedarse.
Y los profesionales de RRHH, como aliados necesarios y estratégicos del negocio, deben reinventarse y adaptarse a un contexto cambiante para seguir dando respuesta a escenarios en constante evolución.
Esta habilidad es la que algunos expertos denominan change mindset, el poder de la reinvención, la capacidad para anticiparse y responder a los cambios del entorno empresarial.
Y, en esta constante evolución, disfrutemos haciendo el camino 😉
