Pitu Martínez
Pitu Martínez. Experto del Postgrado en Digital Learning y Experiencias de Aprendizaje Emergente

Responsable Formación TIC en el Departamento de Enseñanza de la Generalitat de Catalunya.

«No es lógico prohibir los móviles en el aula»

7 junio 2017

mSchools es un programa impulsado por Mobile World Capital Barcelona, en colaboración con Generalitat de Catalunya, Ajuntament de Barcelona y GSMA que apuesta por un cambio en las metodologías tanto en el rol del profesorado como en el del alumnado. Inyectar valor en el uso de tecnologías móviles en las aulas, permite crear entornos de aprendizaje saludables. Hoy entrevistamos a Pitu Martínez, Responsable Formación TIC en el Departamento de Enseñanza de la Generalitat de Catalunya.

¿Cómo se puede medir el impacto-beneficio de la implementación del m-learning  en centros educativos? 

La primera forma que te diría son las métricas clásicas, midiendo las capacidades al inicio y las mismas al final de un proceso con un grupo de control, esto sería lo más obvio. Lo que pasa es que en educación hay muchas variables que intervienen y que pueden desviar la identificación de los indicadores. Estamos hablando de educación, estamos hablando de niños, de grupos heterogéneos que aunque sean de una misma edad, pueden ser completamente distintos. En mi larga experiencia como profesor en las aulas, he comprobado que una serie de actividades o procedimientos funcionan con un grupo y con otro no.

Entonces, ¿los tipos de indicadores de evaluación sirven para los mismos grupos? ¿Son válidos si son de la misma generación? Es muy complejo. Siempre he creído que con los programas que se implementan en la educación se tarda mucho tiempo en determinar su éxito o su error. En el mundo actual los resultados se necesitan de una manera inmediata porque estamos en un mundo donde se necesita invertir y saber que esta inversión ha tenido éxito en un recorrido muy corto de tiempo. Eso hace peligrar la idoneidad de algunos programas. No puede ser que se cambie un proyecto o un programa educativo cada cuatro años. No le has dado suficiente tiempo, tiene que tener un recorrido y éste como mínimo es una etapa educativa  (primaria o la secundaria), aunque para mí sigue siendo corto. Creo que para determinar si un proyecto de este calibre tiene resultados, hay que empezar y terminar la escolaridad y evaluar a los alumnos en la etapa adulta.

¿Cuál es la manera de equilibrar tecnología con calidad de contenidos y que esté todo alineado con el currículum educativo?

La manera no la hemos encontrado todavía, estamos en ello. Y estamos en ello porque la tecnología es un invento reciente. La imprenta, por ejemplo, revolucionó en cierta manera, la forma de almacenar y democratizar el conocimiento y tardó varios siglos en tener éxito. Nosotros hace apenas diez o quince años que tenemos una tecnología imparable. La que tenemos encima de la mesa, que son nuestros móviles, es mucho más reciente.

Para hablar de cómo cambiar la educación con móviles, te diría que aún lo estamos ensayando, es un «work in progress«. Nuestros alumnos no van a estar esperando a que se descubra la manera para ser ciudadanos del futuro, hay que educarlos ya para este futuro y por lo tanto tenemos que trabajar con estos nuevos instrumentos. Lo importante ahora es educarlos en su uso, hay que enseñarles a utilizarlos aprendiendo con ellos.

Recuerdo una anécdota que me resultó muy interesante. Hasta 150 años después de inventarse la imprenta a nadie se le ocurrió numerar las páginas para hacer búsquedas más concretas. Los primeros incunables no venían paginados, la humanidad lo hizo después. Yo creo que estamos en este periodo en que tenemos que inventar, todavía, la numeración de las páginas de estas nuevas tecnologías.

Pitu Martínez en el Instituto de Formación Continua de la Universitat de Barcelona

Pitu Martínez en el Instituto de Formación Continua de la Universitat de Barcelona

Y en estos casos, ¿es el profesor el que pide colaborar con la mSchool o es la escuela?

Normalmente es el profesor quien lo pide a la propia escuela. Se suele iniciar una reflexión sobre el uso de móviles en el centro. Este replanteamiento no conlleva solo dejarles utilizarlos en la hora de una asignatura en concreto, sino replantearlo todo.

Lo incomprensible es que veamos a un perito de seguros, por ejemplo, utilizando el móvil como herramienta de trabajo o al operario de la grúa que te recoge el coche haciendo una foto y enviándola por mensaje a la central con su móvil y nosotros estemos prohibiendo esto. No tiene lógica que lo prohibamos cuando en cualquier oficina la gente tiene su ordenador y al lado su móvil.

¿Cuáles son los próximos retos del proyecto mSchool?

La gran diferencia entre este proyecto y otros es que lo estamos haciendo despacio. De hecho, el proyecto empezó con una sola propuesta que era un concurso de vídeos hechos con el móvil. Empezamos en 2012 con esa única propuesta, y poco a poco hemos ido incorporando otras que nos parecen más interesantes. ¿Retos de cara al futuro? Aumentar la propuesta, pero también aumentar el número de centros que participan. El reto final es lograr la transformación del sistema educativo, la manera de entender que es lo que se hace en una escuela y, lo que creo que es más importante, conectar la escuela con la realidad.

¿Y cómo hacéis para convencer a los centros educativos?

Intentamos fidelizar al profesorado que viene a trabajar con nosotros y darle mucho apoyo. Una parte del equipo somos profesores y entendemos qué es lo que necesitan nuestros compañeros en el aula. Sabemos cómo construir una propuesta que les sirva, les sea útil y además les convenza y les entusiasme. ¿Qué hacemos para convencerles? Decirles que vamos a transformar y cambiar cosas en un entorno seguro.

¿Qué opinas de las predicciones que dicen que un porcentaje elevado de los alumnos que estudian hoy en primaria o secundaria trabajarán en carreras que hoy no existen?

Creo que, sin saber el tanto por ciento, ya está pasando. Piensa por ejemplo en la robótica,  estamos enseñando robótica a los niños para que construyan robots con el fin de hacer unos trabajos que nosotros ya no queremos hacer. Eso quiere decir que este trabajo se va a destruir para la persona humana, pero que habrá que buscar uno alternativo para que las personas puedan subsistir. Sino, habrá que encontrar otra manera de relacionarnos o de organizarnos como sociedad. Nosotros somos de las últimas generaciones que tenemos un trabajo fijo desde que empezamos con 19 años hasta que nos jubilamos. Esto ya no ocurre, ya no hay gente contratada de forma permanente, de por vida. Incluso las administraciones públicas, que son las únicas que están haciendo de momento este tipo de contratos, se lo están replanteando. El mundo no se va a parecer en nada a lo que conocemos hoy.

Hay algo muy interesante que desde la escuela no se puede perder de vista y es que cuando un alumno de hoy, por ejemplo de cinco años, sea adulto, habrán pasado veinte años, será el 2037. Saber qué sociedad tendremos el 2037 es una incógnita absoluta, si miramos como han sido de rápidos los cambios en los últimos años.

Para que los docentes puedan integrar apropiadamente la tecnología a sus clases es necesario formarlos. ¿Cómo responde la universidad a este reto? ¿Cómo podemos asegurarnos de que los futuros profesores tengan los conocimientos necesarios?

El año pasado, en diciembre del 2016, se publicó la definición de la competencia digital docente. Esta definición no la hicieron profesionales del sistema educativo no universitarios, se hizo conjuntamente con todas las universidades de Catalunya e incluso con otros departamentos de la Generalitat, como el de Empresa y Ocupación o el de Universidades. Se pidió a la universidad no solo la definición, sino también que hicieran un plan de reacondicionamiento de su currículum o del plan de estudios.

La intención es que en 2020 los futuros docentes salgan, si no con una competencia adquirida completamente, porque les faltará una parte importante, una que les permita tener conocimiento y uso de la tecnología. Digo que les faltará una parte porque ser competente digitalmente tiene dos condiciones: la primera es tener la capacitación que te da una institución que te forma, y la segunda, tener la experiencia y esto se gana con el tiempo, implementando proyectos en el aula.

Otro problema, aparte del de la formación del profesorado de nuestro sistema educativo, es la formación del profesorado de la propia universidad y su metodología. Tienen que ver cómo hacer una formación del profesorado para que la competencia digital sea transversal. Si estamos planteando las matemáticas con tecnología, el profesor de matemáticas, evidentemente, tiene que saber cómo hacerlo.

Hasta ahora entendemos la tecnología como una oportunidad pero también se puede hacer un mal uso de ella (adicciones, ciberbullying etc.). ¿Cómo podemos controlarlo?

Controlar es muy difícil, pero educar, no. Y esto es nuestro trabajo. Neil Postman, sociólogo y crítico cultural norteamericano, decía que cualquier tecnología es muy peligrosa de por sí, si los usuarios que la utilizan no conocen sus peligros y sus riesgos. Tenemos que evitar el ciberbulling educando. Pero claro, si lo único que hacemos es relegar los equipos de comunicación a un espacio íntimo porque están prohibidos en un entorno social, evidentemente, vamos a hacer un mal uso.

Si a alguien no le permites ni le enseñas a utilizar algo, lo hará a escondidas y de manera ilegal. La única manera, no de controlarlo, sino de estar seguros de que el uso va a ser positivo es tomándolo y utilizándolo de forma educativa.

¿Cuáles son los cambios que se deberían implementar en el sistema educativo para ayudar a la personalización del aprendizaje?

En estos momentos se están implementando muchos cambios en el sistema educativo o se están proponiendo. Hay muchos grupos y mucho debate y es algo que me parece excepcional. Hacía muchos años que en nuestro sistema no había el debate que se está planteando, tenemos a profesorado que habla de trabajar por proyectos, de cancelar los deberes, de tirar paredes y modificar los espacios. Ese debate no es la primera vez que ocurre en la historia de la educación, ya en los años 60 se hablaba de esto e incluso os remitiría a los maestros de principios de siglo xx que también planteaban este tipo de cambios metodológicos y de personalización. Evidentemente, la tecnología nos permite y nos ayuda a hacer que esta personalización sea mucho más fácil, que sea posible.

Para hablar de la personalización me gustaría incluir dos términos muy interesantes: uno es la inclusión y el otro es el diseño universal. Estos dos términos permiten la personalización porque hasta ahora en nuestro país tenemos dos sistemas educativos paralelos, uno para los que pueden y otro para los que no. Los que no pueden, no pasan la línea que nos hemos marcado para poder continuar estudiando y la otra línea, para los que pueden, es alta. Y algunos tropiezan y los enviamos a la otra vía. Y esto se puede solucionar con tecnología y con un diseño universal, porque hay que tener en cuenta que la tecnología sola no hace nada, pero sí que permite hacer diseños que se adaptan a las necesidades de cada uno de los alumnos. Para tener esto debemos hacer un diseño universal para el aprendizaje, o sea, que cuando se diseña una actividad se tiene que diseñar para todos los alumnos y alumnas. Eso permite la inclusión y permite que, finalmente, los niños puedan estar en un mismo espacio haciendo ese trabajo conjunto, aprendiendo entre todos, que es lo que nos da la riqueza como humanos.

Y si te decimos “la tecnología es únicamente una herramienta”.

Bueno, quien piense que es únicamente una herramienta le vamos a decir que lo compare con una sierra, con unos alicates, con una herramienta de verdad. El móvil sirve para comunicar, pero hago muchísimas otras cosas. Es decir, un dispositivo móvil, ya no es un teléfono, es mucho más. Ahí está casi todo el conocimiento que tiene la humanidad. No es una herramienta. ¿Una biblioteca es una herramienta? Si necesito conocer algo lo busco e inmediatamente lo tengo. Para venir aquí me he puesto el Google Maps. Alguien podría decir que es una multiherramienta, pero yo creo que es mucho más. Es comunicación en estado puro. Y esto solo es el principio, porque el final no existe.

¿Sabías que...?

Pitu Martínez es Experto en el Programa en Digital Learning que te acompañará en la construcción y desarrollo del cambio de paradigma en educación, dando riendas al alumnado o al cliente interno, haciéndole gestor principal y partícipe activo de su aprendizaje, descubriendo y aprovechando su potencial y talento y estimulando su creatividad e innovación.

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