La Universidad Åbo Akademi (ÅAU) de Finlandia, la Universidad de Nicosia de Chipre, la Universidad de Barcelona, el Departamento de Educación de Cataluña y el Instituto de Formación Continua (IL3-UB) participan de conjuntamente del programa Erasmus+.
Los pasados días 24 y 25 de octubre se celebró en Barcelona el lanzamiento del proyecto SHIFT (School Harnessing Inclusive Facilitator Technology), un programa de tres años de duración que será coordinado por el Instituto de Formación Continua (IL3-UB). Este proyecto estará cofinanciado por el Programa Erasmus+ de la UE, que en España es gestionado por el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE).
Durante estas jornadas, profesionales de las instituciones involucradas -la Universidad Åbo Akademi (ÅAU) de Finlandia, la Universidad de Nicosia de Chipre, la Universidad de Barcelona, el Departamento de Educación de Cataluña y el Instituto de Formación Continua (IL3-UB)-, trabajaron conjuntamente para sentar las bases del desarrollo del proyecto.
El objetivo principal del programa SHIFT es fomentar la inclusión en las escuelas y evitar el abandono escolar. Para alcanzarlo, contempla la creación de un sistema de evaluación de la transferencia de las competencias TIC del personal docente y no docente que contribuyen a la inclusión en el aula, como también el diseño de rutas de aprendizaje para que estos profesionales puedan crear ambientes inclusivos en sus aulas.
Marsia Ellina, quien está a cargo de la coordinación en nombre del IL3-UB, destacó la importancia de la inclusión como el núcleo del Proyecto SHIFT: “Con éste proyecto nos comprometemos a entregar unos resultados que fomentarán la adquisición de competencias y el trabajo interdisciplinar entre docentes y personal no docente en el aula inclusiva”.
Marsia Ellina, Unidad de Proyectos Internacionales del IL3-UB.
Diferentes perspectivas, mismo objetivo
El proyecto SHIFT se llevará a cabo en cuatro etapas centradas en la identificación de competencias digitales que favorecen la inclusión, la creación de herramientas de evaluación, la implementación de un piloto en escuelas de los diferentes países y el análisis de resultados. Si bien cada fase de trabajo será asignada a una de las partes involucradas como líder responsable, todas las etapas estarán conectadas y se trabajará de manera conjunta y coordinada.
La primera etapa tiene como objetivo identificar las competencias TIC de los docentes y el personal no docente para la inclusión que fueron adquiridas en formaciones previas, y analizar en qué medida son efectivas en el aula. La muestra utilizada para recopilar esta información será conformada por escuelas inclusivas por cada uno de los tres países participantes, con realidades sociales y contextos educativos muy diferenciados, para obtener una representación diversa y precisa.
Con respecto a este enfoque, Emmanuel Acquah, de la Universidad Åbo Akademi (ÅAU), ha señalado: “No muchos investigadores analizan la conexión y sinergia entre la digitalización y la inclusión, y cómo éstas se aplican en prácticas reales dentro de las aulas. Tener la oportunidad de trabajar este tema es algo único y por eso el impacto que tendremos en la sociedad es también muy especial”.
La segunda fase del proyecto estará centrada en establecer indicadores y herramientas para evaluar la capacidad de los profesores para crear entornos de aprendizaje inclusivos a través del uso de la tecnología. Para ello, se implementarán rúbricas de evaluación, autoevaluación y co-evaluación del desempeño de los maestros, con base a un criterio de calidad. “Estamos muy comprometidos con la inclusión social. Participar en este programa nos dará la oportunidad de aportar al desarrollo de prácticas para fomentar esta inclusión”, afirmó la Dr. Andri Vrioni, de la Universidad de Nicosia.
La tercera etapa consistirá en la implementación de un piloto en escuelas de primaria y secundaria de los tres países involucrados en el proyecto, para evaluar cómo los docentes y el personal de apoyo transfieren al aula las competencias digitales adquiridas en formaciones previas, para fomentar la inclusión. “Esperamos obtener evidencias sobre el impacto de las capacitaciones que han recibido, e identificar de qué manera pueden mejorarse para lograr los resultados educativos esperados”, ha sostenido Maica Gil, del Departamento de Educación de Cataluña.
En la última etapa de trabajo se sintetizarán los resultados obtenidos en los diferentes países que participan del proyecto y se elaborarán los dos outputs principales, que consisten en un manual para la evaluación de la transferencia de competencias TIC y una guía de rutas de aprendizaje y buenas prácticas que favorezcan la inclusión, dirigido al personal docente y no docente.
Además de asegurar el buen desarrollo del proyecto en función de su rol como coordinador, el Instituto de Formación Continua (IL3-UB), como experto en formación continua, también participará en el diseño de las rutas de aprendizaje.
Un fuerte impacto en diferentes niveles
El proyecto SHIFT tiene como objetivo final producir un gran impacto social a través de un conjunto de resultados de alta calidad que se darán a conocer mediante un plan de comunicación y diseminación. Este impacto está destinado a trabajar en diferentes niveles, para contribuir a un cambio no solo en las prácticas dentro de las aulas sino también en el sistema en su conjunto. En este sentido, la participación de autoridades educativas es fundamental.
Sobre este punto, Ignasi Puigdellivol, de la Universidad de Barcelona, ha explicado que: “El impacto de este proyecto está garantizado el hecho de que se desarrolla y aplica en diversas escuelas. No se trata de hacer una investigación teórica, sino de proporcionar herramientas prácticas para garantizar que las competencias TIC se transfieran al aula y apoyen la inclusión. Además, tener diferentes países y perspectivas enriquece nuestro trabajo y nos permite abordar distintas necesidades a nivel europeo».
La internacionalización es un valor añadido clave de este programa. Sobre este punto el Dr. Emmanuel Acquah, de la Universidad Åbo Akademi (ÅAU) de Finlandia, ha afirmado que “Es importante que los diferentes países trabajen juntos para resolver un problema común, que es poder incluir inmigrantes y alumnos con necesidades especiales, para que puedan sentirse parte de la misma clase que sus compañeros. Este es el futuro de la educación”
