Un psicólogo en Atención Temprana es el encargado de evaluar e intervenir en las distintas áreas de desarrollo de un menor, así como de asesorar a su familia y a su entorno con el fin de dar respuesta a posibles necesidades (temporales o permanentes) que pueda presentar el niño entre los 0 y los 6 años. Para dar respuesta a las necesidades que puedan aparecer en los niñxs y sus familias, desde los Cdiaps existe un equipo multidisciplinar encargados der acompañar y orientar. En cuanto al papel y funciones de este perfil profesional, ampliamos a continuación.
En qué consiste la Atención Temprana en Psicología
La Psicología en Atención Temprana se dedica al análisis, la valoración y la intervención integral de todas las áreas de desarrollo en la infancia, teniendo en cuenta aspectos cognitivos, sociales, emocionales, conductuales, motores y de comunicación.
Para hacerlo se utilizan herramientas y/o pruebas estandarizadas que permiten conocer las fortalezas y las áreas de mejora del menor, así como establecer un programa de intervención personalizado y adaptado a las necesidades específicas de cada niño.
Con esta forma de trabajar, el tratamiento implica tanto al menor como a su familia y su entorno, es decir, centro escolar, profesionales que se ocupan de su desarrollo, etc.
Por ello, el psicólogo en atención temprana es uno de los eslabones fundamentales para el correcto desarrollo del menor.
Funciones del psicólogo en atención temprana
El papel principal de un psicólogo en atención temprana es dar respuesta a posibles necesidades que tenga un niño con problemas de desarrollo o que presente riesgo de padecerlos. Su función será buscar el tratamiento, la intervención y la orientación más adecuados en cada caso. ¿Qué responsabilidades tiene este profesional?
- Diagnosticar y valorar desde el punto de vista psicológico tanto al menor como a su familia.
- Prestar atención psicológica a las familias.
- Supervisar los tratamientos aplicados.
- Programar tratamientos y supervisarlos.
- Dar apoyo emocional al menor.
- Elaborar el historial psicológico del menor.
- Informar sobre las funciones y actividades del menor con el fin de fomentar sus capacidades y fortalezas.
- Elaborar y ejecutar un programa de atención individualizado.
- Intentar reducir o minimizar los efectos de una deficiencia sobre el desarrollo del menor y/o los efectos producidos por un trastorno o situación de riesgo.
- Incorporar los mecanismos necesarios de compensación y adaptación a las necesidades específicas del menor.
- Evitar los efectos secundarios del posible trastorno del menor.
- Crear un plan de intervención que tenga en cuenta los diferentes ámbitos, como el familiar, el educativo o el social.
- Atender a las necesidades de la familia y del entorno del menor.
El objetivo del psicólogo en Atención Temprana debe ser optimizar todo lo posible el desarrollo de todas las áreas del niño, fomentando así su desarrollo saludable.
Beneficios
Para poder abarcar todas estas funciones, la preparación y la formación del profesional es fundamental, de ahí la especialización en este campo.
La Psicoterapia en edades tempranas busca incrementar la funcionalidad del niño en todos los contextos y entornos de su vida. Por eso es favorable ya que contribuye a la mejora de sus capacidades cognitivas (atención, memoria, etc.) y de aspectos socioemocionales y conductuales, como pueden ser una conducta disruptiva, una baja autoestima del menor o dificultades en sus interrelaciones con los demás.
La figura del psicólogo en Atención Temprana, por tanto, es una guía de gran ayuda tanto para el menor como para la familia y su entorno.
Además, se utilizan técnicas que se individualizan y adaptan a lo que pueda requerir cada niño y su familia en particular y para ello el juego será una herramienta fundamental, siendo su papel clave para niños que puedan presentar trastornos o dificultades diversas, como puede ser sintomatologia autista, dificultades de aprendizaje, rasgos de hiperactividad, …, trastornos emocionales y de la conducta, depresión, ansiedad, etc.
Aunque, por supuesto, la intervención del psicólogo en Atención Temprana deberá complementarse con la de otros profesionales como neuropsicólogos infantiles, fisioterapeutas, logopedas o terapeutas ocupacionales, entre otros.
