Cuando se emprenden proyectos estratégicos, los responsables del negocio y del proyecto deben trabajar estrechamente para asegurar que las nuevas estrategias corporativas cumplen tres condiciones para que tengan éxito: un buen diseño estratégico, una estrategia que se pueda ejecutar de forma efectiva basada en la estructura de la organización, y una cultura corporativa que soporte y mantenga su implementación en el largo plazo.
Fracaso en la Ejecución
Según un estudio realizado por una importante consultora, más del 65% de las nuevas estrategias corporativas nunca se llegan a ejecutar porque las estrategias que parecían realistas sobre el papel rápidamente resultaron imposibles de implantarse frente a conflictos de intereses y recursos, una pobre comunicación, ausencia de colaboración y otros obstáculos.
En la misma línea Michio Kaku aborda el concepto de la imposibilidad de las tecnologías futuras en su libro Física de lo Imposible, indicando que cuando los directivos deben decidir qué nuevas estrategias corporativas emprender, deberían considerar hasta qué punto sus estrategias son realistas y posibles tanto en su diseño como en su ejecución.
Sistema de Clasificación
Usando el Sistema de Clasificación establecido por Kaku para guiar el pensamiento crítico acerca de las nuevas estrategias corporativas, vemos que:
• Estrategia: las Estrategias Imposibles Tipo I son aquellas cuyo diseño teórico simplemente no es acertado. Estas estrategias están condenadas desde el inicio porque fallan en la creación de una ventaja competitiva para la compañía en el largo plazo (¡pensemos en Kodak!).
• Estructura: las Estrategias Imposibles Tipo II son aquellas que tienen un diseño acertado o una proposición de valor estratégico pero que probablemente no se implantarán efectivamente debido a la organización vigente en la compañía. Si la estrategia quiere ejecutarse de forma realista, será necesarios cambios para alinear la estructura con la nueva estrategia corporativa. Este es un problema común en aquellas compañías que implementan estrategias de crecimiento agresivas a través de proyectos de expansión internacional ya que la demanda (nueva o de mercados emergentes) a menudo no está alineada con el suministro (maduro o de mercados consolidados).
• Cultura: las Estrategias Imposibles Tipo III son aquellas que pueden estar diseñadas adecuadamente y que podrían ser potencialmente implementadas con algunos cambios en la organización, sin embargo, la cultura corporativa vigente actuará como un ancla provocando que el objetivo estratégico sea casi imposible de alcanzar. Como es mucho más difícil influir en la cultura que en la estructura, las organizaciones que diseñen proyectos estratégicos que contengan un fuerte componente cultural (como ocurre a menudo en las fusiones y adquisiciones) deben ser conscientes hasta qué punto el choque cultural puede hacer inviable una nueva estrategia corporativa.
Condiciones para el Éxito
Se puede concluir rápidamente que las estrategias corporativas efectivas son aquellas en las que los responsables del negocio y del proyecto trabajan juntos para asegurar que las estrategias se ejecutan eficazmente. Los directivos del negocio deben ser capaces de definir una proposición de valor estratégico potente mientras que los líderes del proyecto deben estar convencidos de que son capaces de ejecutar de forma efectiva el conjunto de actividades estratégicas con la estructura organizacional y la cultura existentes. No cumplir con estas tres condiciones generará una Estrategia Imposible.