Entrevistamos a Yolanda Llado Maura, Enfermera de Unidad de Infusión y Acceso Vascular del Hospital Universitario Son Llàtzer (Palma de Mallorca) y exalumna del Máster en Control de Infecciones del IL3-UB. Yolanda es también Líder de Proyecto en la implantación de la Guía de Práctica Clínica de Acceso Vascular para el reconocimiento de Centro Comprometido en la Excelencia en Cuidados (CCEC ó BPSO, por sus siglas en inglés: Best Paractice Spotlight Organization) y Coordinadora del Proyecto Flebitis Zero en el Hospital Universitario Son Llátzer.
¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional y dónde trabajas en la actualidad?
Mi trayectoria profesional inició hace ya 25 años. Empecé como enfermera en el área de pediatría, rotando, entre otras, por las unidades de oncología infantil y UCI pediátrica y neonatal. Posteriormente, centré mi labor en un hospital sociosanitario con dedicación parcial a la cirugía ortopédica, así como a pacientes crónicos con una unidad destinada al cuidado de pacientes con daño cerebral.
Desde el año 2002 ejerzo en el Hospital Universitario Son Llàtzer en Palma de Mallorca, donde puedo destacar mi trabajo en el Servicio de Epidemiología y la Unidad Multidisciplinar de Sepsis. Esta última fue la primera creada en Europa con el fin de reducir la mortalidad de los pacientes con sepsis grave y shock séptico. Actualmente y desde este año, realizo mi labor asistencial en la Unidad de Infusión y Acceso Vascular, la primera creada en nuestra Comunidad Autónoma.
¿Cómo llegaste al Máster en Prevención y Control de Infecciones del IL3-UB?
A raíz de mi experiencia anterior y desarrollando mi trabajo en la Unidad de Sepsis, fui consciente del rol primordial que deben ejercer los profesionales sanitarios no solo en la detección y tratamiento de las infecciones extrahospitalaria, sino también en la prevención y control de aquellas originadas en el entorno sanitario. Dichas infecciones, como cualquier otra, pueden agravarse produciendo un cuadro séptico en nuestros pacientes, poniendo en riesgo su seguridad.
Con el objetivo de aumentar mis conocimientos y especializarme en este campo, busqué el máster que más se adaptara a mis necesidades y me capacitara para liderar proyectos de envergadura relacionados con la prevención de dichas infecciones relacionadas, en concreto, con nuestras prácticas asistenciales en pacientes hospitalizados.
¿Qué conocimientos, habilidades y competencias te ha proporcionado para tu labor profesional?
El Máster en Prevención y Control de Infecciones del IL3-UB me ha dado la capacidad de integrar lo aprendido para aplicarlo en una práctica enfermera basada en la evidencia. Me ha aportado los conocimientos tanto microbiológicos como epidemiológicos para prevenir y controlar las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria, ha potenciado mi capacidad de uso de habilidades para mejorar la calidad asistencial en nuestra disciplina, ha favorecido mi formación continuada, tanto en control de infección como en investigación y me ha aportado estrategias para compartir dichos conocimientos y trabajar desde una perspectiva multidisciplinar en beneficio de la seguridad de nuestros pacientes.
¿Cómo valoras que el máster tenga un período de prácticas dentro de un equipo de control de infecciones y en un servicio de microbiología?
Considero fundamental que cualquier máster al que tengamos posibilidad de optar cuente con un período de prácticas. Resulta prioritario para poder aplicar lo aprendido en la parte teórica, adquirir experiencia en el área elegida y poder integrar sistemas de trabajo efectivos y eficientes procedentes de otras instituciones. A partir de aquí, se crea un camino abierto a múltiples posibilidades de trabajo en red que suponen una oportunidad de impulsar y fortalecer estudios de investigación multicéntricos que permitan aplicar la mejor evidencia y experiencia para nuestros pacientes.
Me gustaría, en este punto, destacar mis prácticas en el Hospital de Bellvitge, institución que seleccioné para poder realizar mis prácticas del máster, donde, además de poner en práctica todo lo referido anteriormente, pude aprovechar mi estancia con profesionales con elevados conocimientos y competencias y que, además, irradiaron, en todo momento, su compañerismo y humanidad.
¿Cuál es tu proyecto actual en el campo de la Prevención y Control de Infecciones?
Este año he iniciado un nuevo proyecto que cuenta con el apoyo de la dirección de mi institución, la cual ha optado por la creación de una Unidad de Infusión y Acceso Vascular, la primera creada con estas características en nuestra Comunidad Autónoma. Se trata de una unidad formada exclusivamente por personal de enfermería dedicada a preservar el capital venoso de los pacientes hospitalizados, domiciliarios y ambulatorios, a través de la selección del dispositivo venoso que más se adecue al tratamiento del paciente, su duración, su diagnóstico, antecedentes y sus preferencias personales. Además, se ocupa de forma prioritaria de minimizar las complicaciones derivadas del acceso vascular, en concreto, de la disminución de las bacteriemias asociadas a catéter venoso, trabaja de forma coordinada con otros servicios del hospital, imparte formación práctica a todos los colectivos y está integrado plenamente en el sistema informático de la institución e historia clínica del paciente. En definitiva, nuestra unidad trabaja de forma alineada con la estrategia de la Dirección de Enfermería dedicada a fomentar la “buenas prácticas” con el objetivo de aumentar la calidad asistencial y garantizar la seguridad de los pacientes de nuestra institución.
Por otro lado, es obvio que el campo del control de la infección, tanto extra como intrahospitalaria, siempre estuvo presente, de algún modo, en mi vida laboral. Sin embargo, se potenció y fortaleció con mi formación realizada en el Máster de Prevención y Control de Infecciones. Cuando un profesional tiene los conocimientos para poder analizar y exponer la necesidad de un proyecto y cuenta con las competencias necesarias, a la vez que se alinean con los propios de la Dirección de Enfermería en seguridad del paciente, se crea, lógicamente, la puesta en práctica de proyectos de esta índole.
¿Podemos decir que el máster te ha llevado a presentar tu actual tesis doctoral?
Así es, combiné los conocimientos adquiridos en el máster y la capacidad demostrada que tienen las nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación para alcanzar una mayor calidad en nuestros sistemas sanitarios, tal y como se vienen utilizando en otras áreas de salud, como es caso del manejo de brotes epidémicos.
En relación con mi tesis doctoral, puedo explicar que trata sobre la creación de una herramienta basada en la inteligencia artificial y el uso de nuevas tecnologías para disminuir las bacteriemias por catéter venoso con el objetivo de preservar la seguridad de los pacientes. Como sabemos, la mayor parte de pacientes hospitalizados son portadores de algún catéter venoso durante su ingreso y las complicaciones asociadas a ello son elevadas según datos de estudios de prevalencia nacionales. La idea es crear dicha herramienta a partir de la recopilación de datos retrospectivos de los últimos años de nuestra institución e ir perfeccionándola a lo largo de la tesis.
¿Por qué recomendarías este máster y a quién?
Debemos tener en cuenta que las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria, constituyen un importante problema de seguridad de nuestros pacientes y que pueden presentarse en cualquier área o punto de la asistencia sanitaria. Además, como he comentado anteriormente, pueden evolucionar a un cuadro séptico de diferente gravedad que puede poner en peligro la salud de nuestros pacientes. Por otro lado, suponen un coste elevado para la sanidad, teniendo en cuenta, que la mayor parte de ellas son evitables. Es por ello, que todo personal sanitario debería estar adecuadamente formado en el tema. Ciertamente, enfermería juega un papel fundamental en este campo debido al cuidado integral y continuo que brinda al paciente y, por lo tanto, suele ser el profesional que detecta precozmente los primeros signos y síntomas de alarma para actuar de forma precoz y evitar que la infección evolucione a un cuadro de mayor severidad. La formación continua de cualquier profesional sanitario en este tema resulta, por tanto, fundamental y constituye el núcleo para mejorar nuestra calidad asistencial y preservar la seguridad de nuestros pacientes.
