La música es un instrumento para crear un ambiente musical rico, con cantidad y diversidad de estímulos controlados que proporcionan un entorno emocional, psicológico y social equilibrado. Debido a la capacidad emocional , la finalidad de las técnicas activas es ofrecer un espacio para interactuar y posibilitar la integración a la nueva realidad, gracias a la musicoterapia.
La música ayuda a organizar, proyectar y sentir, es por ello que los métodos activos responden tan bien a la musicoterapia y encuentran en ella un medio de expresión lúdico, cognitivo y emocional, que les ofrece recursos para el desarrollo personal.
Nuria Escudé, Directora del Máster en Musicoterapia
Un sábado por la mañana nos desplazamos hacia el Campus Mundet de la Universidad de Barcelona para acompañar a los alumnos del Máster en Musicoterapia.
La primera actividad en la que asistimos fue guiada por Núria Escudé, directora del Máster y del Instituto Catalán de Musicoterapia (ICMT), músicoterapeuta en la Unidad de Oncología y en Cuidados Paliativos el Hospital de l’Esperança, en Respir Gent Gran, en Serveis Sociosanitaris Sant Joan de Déu y en la Fundación Catalana Síndrome de Down.
La clase giró en torno a la improvisación. Los alumnos empezaron con los instrumentos en forma de fogón en el medio de la sala y cada participante debió escoger él que le apetecía tocar en aquel momento. La primera etapa del ejercicio, llamada caldeamiento, consistió en dedicar unos minutos a explorar las cualidades y las posibilidades del instrumento elegido de forma individual, para seguidamente proceder a establecer diálogos sonoros entre los componentes del grupo.
A continuación se presentó una visualización sobre un tema determinado, en este caso fue la cohesión grupal y para ello Núria propuso la imagen de tejer una alfombra que poco a poco iría volando… En este ejercicio se planteó la expresión emocional de cada uno y el efecto de formar parte de un equipo. Para finalizar, tanto los participantes «activos» como los obsrvadores intercambiaron y contrastaron su reflexiones, poniendo en palabras lo que han vivido en la improvisación.
La segunda clase en la que pudimos «colarnos» fue impartida por Isabel Muniente, pianista y compositora, desde casi 30 años docente musical en escuelas de primaria, escuelas de música y centros artísticos especializados en música moderna – jazz. En el Máster es profesora de piano improvisación, conjunto instrumental y de modelo de musicoterapia Nordoff-Robbins.
En la actividad, Isabel invitó a los alumnos a explorar las posbilidades de blues como género musical universal y muy aplicable en el trabajo del musicoterapeuta con diferentes colectivos, desde grupos de niños hasta personas de tercera edad.
Sin duda la musicoterapia es algo que se debería tener mucho mas en cuenta, he entrado a esta pagina casi por casualidad, pero recientemente leí un articulo en que me llamo muchísimo la atención.
Me encanta esta rama de estudio, los profesionales de musicoterapia saldrán a ayudar a las personas a encontrar la paz del día a día. Un instrumento sobre el que deberían tratar es sobre los cuencos tibetanos ya que estos son usados muy frecuentemente en Alemania en la terapia de enfermedades tanto a nivel físico, mental, emocional y equilibrio de chakras.