¿En qué consiste la certificación profesional en Dirección de Proyectos? Hoy tenemos la suerte de poder entrevistar a Salvador Capuz, Catedrático de Proyectos de Ingeniería y Presidente de la Asociación Española de Dirección e Ingeniería de Proyectos (AEIPRO) desde 2008.
¿Qué es AEIPRO?
La Asociación Española de Ingeniería de Proyectos es una entidad sin ánimo de lucro fundada en 1992 con el objetivo de promocionar la excelencia en la actividad profesional y en la formación en la Ingeniería de Proyectos. En su creación participaron principalmente personas de tres colectivos: profesores de las asignaturas de Proyectos de la mayoría de las Escuelas de Ingeniería españolas, ingenieros proyectistas trabajando en Oficinas Técnicas, así como directores de proyectos de empresas de ingeniería que desde las mismas consideraron de interés la creación de un organismo como AEIPRO.
En la actualidad está constituida por casi medio millar de miembros y ocho socios corporativos, es decir, empresas e instituciones que aportan socios de número y con su presencia muestran su compromiso con la profesionalización de la Dirección e Ingeniería de Proyectos.
¿Y qué actividades desarrolla?
Desde sus inicios AEIPRO organiza un congreso anual con carácter internacional (el congreso más importante en el Area de Proyectos en el ámbito iberoamericano), workshops de temáticas específicas, edita publicaciones derivadas de dichos eventos así como libros para la formación de técnicos en dirección de proyectos.
Como Asociación que es, distribuye información a los socios a través de boletines informativos, recibe y difunde ofertas de trabajo o de búsqueda de especialistas para determinados tipos de proyectos y mediante la página web de la asociación y presencia en redes sociales, facilita la comunicación entre un colectivo vinculado al mundo del proyecto, lo que de por sí supone un importante capital relacional para los socios.
Y en cuanto a la oferta de servicios para las empresas de ingeniería y consultoría, AEIPRO desarrolla el programa de certificación profesional en Dirección de Proyectos según el modelo mundial de cuatro niveles establecido por la International Project Management Asociation, siendo además la única certificación profesional en Dirección de Proyectos reconocida por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC).
Ha mencionado IPMA, ¿qué es esta asociación?
IPMA es una red mundial compuesta por asociaciones nacionales que trabajan en el área de Dirección de Proyectos. IPMA se fundó en Viena en 1963 siendo la asociación internacional más antigua en el ámbito del Project Management, ámbito en el que es uno de los grandes referentes junto al PMI (creado también a principios de los años 60). Cuando AEIPRO se incorporó en 1996 representando a España, IPMA estaba constituida por 30 asociaciones, una por país, en 2005 se alcanzaron los 40 países representados en IPMA, en 2011 los 50 países y actualmente está formada por 61 asociaciones nacionales que agrupan a casi 70.000 profesionales.
Funciona como una organización similar a las Naciones Unidas, donde cada Asociación Nacional participa en el Consejo de Delegados de IPMA, que se reúne dos veces al año, con una representación proporcional al número de socios que aporta. Jurídicamente está sometida a las leyes suizas y la oficina administrativa se encuentra en Nijkerk (Países Bajos).
Las actividades fundamentales de IPMA son su congreso mundial (que reúne a más de mil personas), los Expert Seminar anuales en Zurich (Certificación) y Copenhague (Advanced Courses), los premios mundiales a las mejores prácticas en Dirección de Proyectos y la aportación más relevante, el Programa Mundial de Certificación de competencias Profesionales en Dirección de Proyectos.
¿Podría resumir en qué consiste la certificación profesional en Dirección de Proyectos?
No es sencillo sintetizar este programa porque incorpora tres conceptos distintos. Por un lado tenemos el concepto de certificación en el marco global de conformidad establecido por las entidades con capacidad certificadora de cumplimiento de una determinada normativa.
Por otro lado, el concepto de competencia profesional que supone la evaluación del desempeño profesional desde un enfoque basado en competencias, es decir, en la evaluación conjunta del conocimiento necesario para desarrollar una profesión, así como de la actitud adecuada y de la contrastación de la experiencia habida en ese campo.
Y finalmente la Dirección de Proyectos entendida como una profesión emergente en la que se entiende que el director de proyectos es un perfil profesional diferente a otras actividades que desarrollan ingenieros, arquitectos o informáticos y otros profesionales que participan en proyectos.
En síntesis, aunque podríamos entrar en profundizar estos tres elementos la certificación de competencias profesionales en dirección de proyectos, es un proceso por el cual se evalúa a una persona (no a una empresa o departamento) con el objeto de verificar que el citado profesional tiene experiencia dirigiendo proyectos, posee el conocimiento necesario para ello y lo hace con las actitudes y comportamientos más adecuados, y esta evaluación se hace en cuatro niveles de progresiva exigencia.
El proceso de certificación se realiza de conformidad a la norma ISO 17.024, Requisitos generales para organismos, entidades y organizaciones en la gestión de certificación de personas, y las competencias a evaluar son las definidas por la International Competence Baseline, ICB de IPMA traducidas y publicadas en español como National Competence Baseline (NCB) por AEIPRO. Estas competencias cubren no solo el ámbito técnico (como hacen otros sistemas de certificación) sino que también incorpora competencias de comportamiento (actitudinales) y competencias contextuales.
¿Y qué beneficio puede aportar la certificación para un profesional?
Igual que hace veinte años a algunas empresas les costó entender la necesidad o beneficio de implantar sistemas de gestión de calidad y muchas lo hicieron buscando un factor de diferenciación y ventaja competitiva en el mercado, mientras otras lo plantearon como una herramienta para la mejora continua, en el caso de la certificación de personas tenemos una situación análoga. Hay profesionales que lo pueden utilizar para completar su currículum, ya que la certificación no sólo valida conocimientos sino también experiencia, lo que no puede ser acreditado por una titulación universitaria, pero a la vez de aportar una ventaja comparativa frente a otros profesionales, bien sea ante clientes externos o dentro de un departamento u organización, a la vez supone un plan de carrera y un reto de mejora profesional, la oportunidad de ir progresando en los diferentes niveles del sistema, que evalúa desde profesionales sin experiencia hasta directores de programas y carteras.
También supone un beneficio para la empresa donde trabaja el profesional certificado ya que tienen una validación externa del nivel profesional alcanzado, información que pueden presentar como mérito ante sus clientes y a la vez es un indicio de calidad para las empresas que van a contratar bien la ejecución de una obra o proyecto o bien el servicio de su dirección, llegando en algunos casos a exigir que las personas a cargo de la misma posean certificaciones de estas características.
Un plus añadido fundamental es que la certificación mundial de IPMA tiene unos estándares comunes para los cuatro niveles establecidos, por lo que independientemente de la titulación académica obtenida por el profesional, en cualquier país con este sistema implantado una empresa o un cliente final pueden conocer con detalle el nivel competencial de un director de proyectos certificado según el modelo IPMA.
¿Qué estructura tiene el modelo IPMA 4LC?
Según este modelo un profesional puede certificarse en cuatro niveles, pudiendo presentarse directamente al nivel cuyos requisitos cumpla. El primer nivel es el denominado Certified Project Management Associate (nivel D) que no requiere experiencia profesional y que mediante un examen evalúa los conocimientos del candidato en los tres ámbitos de competencia técnico, de comportamiento y contextual. El nivel C, Certified Project Manager, requiere cinco años de experiencia y la evaluación de competencias se realiza mediante examen, elaboración de informe de proyectos dirigidos y entrevista personal con tres evaluadores. Para obtener el nivel B, Certified Senior Project Manager, la competencia clave es demostrar cinco años de experiencia en dirección de proyectos complejos y para nivel A, Certified Projects Director, el requisito es tener experiencia en dirección de carteras y programas de proyectos. Según se opta a un mayor nivel de certificación, aumenta el número de competencias a evaluar, el grado de desempeño en las mismas y disminuye el peso asignado a las competencias técnicas y aumenta el de las competencias de comportamiento y contextuales.
Para dar unos datos aproximados, en la actualidad hay 245.000 personas certificadas en dirección de proyectos por IPMA de las que unas 170.000 son nivel D, 60.000 son nivel C, 14.000 son nivel B y unas 1000 son nivel A, siendo los países con más personas certificadas el Reino Unido, Alemania y China.
Ha mencionado que el organismo certificador de AEIPRO posee la acreditación por ENAC, ¿qué alcance tiene y qué supone?
En mayo de 2009, la Entidad Nacional de Acreditación otorgó el registro 8/C-P011 como organismo certificador según la norma UNE-EN ISO/IEC 17.024 para la certificación de personas en los cuatro niveles anteriormente señalados, tras un proceso de auditoría y seguimiento de casi dos años, habiéndose renovado periódicamente la acreditación desde entonces.
Hay que tener en cuenta que ENAC concedió la primera acreditación de entidades certificadores de personas en 1997 y desde entonces sólo se han reconocido seis categorías profesionales (una de ellas los profesionales de la dirección de proyectos) y doce entidades, incluyendo AEIPRO, única institución acreditada para la categoría de director/a de proyectos.
Por otra parte, dentro de IPMA, AEIPRO ha sido la tercera asociación en obtener la correspondiente acreditación por su correspondiente organismo nacional, tras Suiza y Alemania.