Gerocultor

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Funciones

Las funciones de un gerocultor pueden variar dependiendo del centro donde trabaje o de la persona a la que se le presta servicio. En general, un gerocultor se ocupa de:

  • Diseñar un plan específico para garantizar el bienestar y salud de cada persona atendida.
  • Garantizar la higiene de los residentes.
  • Realizar acciones cotidianas de lavandería y mantenimiento de habitaciones.
  • Servir de apoyo o ayuda a la hora de la comida con aquellas personas que no puedan hacerlo por sí mismos.
  • Ayudar con servicios auxiliares y cambios posturales.
  • Comunicar alteraciones o incidencias en la salud o bienestar de los residentes.
  • Colaborar con diferentes equipos de profesionales.
  • Realizar tareas complementarias que proporcionen autonomía a las personas residentes.
  • Coordinar acciones o planes con otros profesionales.
  • Mantener la confidencialidad de información, patologías o situaciones personales de los pacientes.
  • Llevar un control exhaustivo de la medicación de cada persona.
  • Ser parte activa en sus entretenimientos, estimulaciones y motivaciones.

Requisitos y habilidades

Para que las funciones de un gerocultor sean desempeñadas de manera óptima es necesario contar con habilidades y conocimientos específicos en el sector. Por ello, algunos de los requisitos que un gerocultor debe cumplir son:

  • Formación (y a poder ser experiencia) específica en gerontología.
  • Capacidad para trabajar en equipo junto a otros profesionales.
  • Carácter amable, empático y sociable con los demás.
  • Buena capacidad de comunicación y de escucha activa.
  • Habilidad para generar confianza y seguridad.
  • Trato respetuoso y adecuado a las funciones de cada residente.
  • Capacidad de aprendizaje y renovación de conocimientos.
  • Paciencia.
  • Capacidad para transmitir y comunicar diferentes situaciones a familiares o círculos cercanos.
  • Meticulosidad y cuidado con cada detalle de su trabajo.

Salario de un gerocultor

El salario medio de un gerocultor o una gerocultora a en España ronda los 1.000 € mensuales. Esta cantidad puede ser mayor dependiendo del centro o empresa contratante y de la experiencia y tipo de contrato del profesional.

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